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La vía penal, un camino para alcanzar el anhelado silencio A la cárcel por armar ruido

La vía penal, un camino para alcanzar el anhelado silencio A la cárcel por armar ruido

abc.es/sociedad

ELENA CARRERAS

El local de la discordia ya tiene nuevos inquilinos

AFP

Una recreación del satélite GOCE

¿Está sometido a demasiado ruido en su vida diaria?

Cuentenos su caso en:

La sentencia de la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona ... recurre de nuevo al Código Penal para mandar callar al propietario de un bar que perturba el sueño -«ergo», la vida- de sus vecinos. Sólo en Cataluña, la vía penal ya ha sido transitada varias veces por la Justicia en los últimos años para lograr el anhelado silencio. En 2006, el propietario del restaurante «El Portet», en el barrio barcelonés de Gracia, fue condenado a cuatro años de cárcel por obviar las quejas de sus vecinos por el ruido que hacía su establecimiento. En 2008, otra condena de cuatro años de cárcel por contaminación acústica recayó en el gerente del bar musical «Macumba», también ubicado en la capital catalana, que no atendió las instrucciones del Ayuntamiento en cuanto a ruidos y molestias. Finalmente, también el año pasado fue condenado a cuatro años de prisión el propietario de la discoteca «242», en el Ensanche barcelonés. en este caso, al exceso de ruido se le unió el incumplimiento de horarios y que el local funcionaba como «after».

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