CCM, no a la absorción
Para entender mejor la vergüenza que supone para Castilla-La Mancha que su capital financiera pase de Cuenca a Málaga, deberemos recordar cómo fue su constitución, y cómo fue la integración de las distintas Cajas de Ahorros Provinciales.
En el caso de Toledo, fue en el año 1957 cuando se creó dependiendo de la Diputación Provincial. Desde el principio fue un éxito gracias al total apoyo de las instituciones y Ayuntamientos, y muy especialmente por su excelente gestión con un destacado director general, Juan Molero, que expansionó la Caja toledana por toda la provincia y limítrofes, y levantó su sede social en la calle Ocaña. Se convirtió en la joya de las Cajas de Ahorro de Castilla-La Mancha, por eso no se entendió que, con la fusión de todas, el domicilio social de la nueva Caja de Ahorro Regional no fuese Toledo y se eligiese Cuenca. Fue una decisión política y sin ninguna razón financiera para ello, pero Toledo la aceptó y la nueva entidad sustituía a nuestra Caja Toledana.
Pero la nueva entidad, desde el principio, no fue bien dirigida. Además, la fusión con las otras Cajas dejó mucho que desear. Por estos motivos, la reciente Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha, estuvo bajo «vigilancia especial» por el Banco de España en el año 1995. Se trabajó muy bien bajo la nueva presidencia y equipos, y se logró que en apenas once meses se normalizase su situación y empezase nuevamente su gestión en solitario, sin tutela alguna, como cualquier otra entidad.
Poco ha durado este camino, pues nuevamente se nos anuncia que nuestra Caja está mal económicamente, que la crisis se la traga y que sus recursos no son suficientes para seguir por sí misma. Pero ahora la situación es peor y la posible solución una vergüenza y una afrenta para todos los castellano-manchegos. Porque, ahora, no se trata de una posible intervención o una vigilancia especial del Banco de España, o de una fusión de tú a tú con otra Caja, no. Ahora será, si no se impide por quien puede hacerlo, una absorción pura y dura, es decir nuestra CCM desaparece. Será el único caso en toda España, será la única región en la que su Caja de Ahorros no tiene su sede en su territorio, será un vergüenza y una afrenta a todos los castellano-manchegos, y muy especialmente a sus miles de clientes y empleados.
Sé que clamo en el desierto, pero me abochorno de que esto ocurra en mi tierra. ¿Por qué lo consiente el Gobierno regional? ¿Por qué el Banco de España no la interviene como ya lo hizo en 1995 bajo vigilancia especial y la administra hasta que esté saneada? Para evitar especulaciones sobre empresas y personas de total honradez. ¿Por qué no se aclara cuáles son las causas de esta situación y si ha habido deficiencias en la gestión? Y a los empleados ¿quién los ha informado?
Todo es resultado de haber dejado las Cajas de Ahorros en manos de decisiones políticas, y no de decisiones de expertos y profesionales financieros. Volverán a caer en el mismo error, por desgracia me temo que sí.
Tengo la seguridad de que si el Partido Popular gana las elecciones en 2011 esta afrenta acabará porque rescatarán nuestra CCM de donde esté, para situarla nuevamente en casa, en nuestra tierra, en Castilla-La Mancha. Seguiré defendiendo que CCM siga dependiendo sólo de Castilla-La Mancha, aunque para el gobierno regional esta reivindicación resulte provinciana.
Concejal del PP en el Ayuntamiento de Toledo
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