Schlesser acerca más que nunca las formas al cuerpo

Unos eclécticos Victorio & Lucchino deslumbran en la pasarela madrileña

Desfile de la colección de Angel Schlesser para la temporada Otoño-Invierno 2009-2010. / Efe

21/02/2009 a las 21:49h.

Tras el impulso de los jóvenes creadores han llegado a la pasarela Cibeles las propuestas de los miembros de la Asociación de Creadores de Moda de España. Tras los eclécticos Victorio & Lucchino y la siempre original Agatha Ruiz de la Prada, Francis Montesinos ha centrado la atención de la Madrid Fashion Week. El broche matinal lo ha puesto la sensualidad de Jesús del Pozo. La tarde la abría la puesta en escena otoñal de Devota & Lomba.

Con las hojas desprendiéndose sobre la pasarela, la colección insiste en las formas arquitectónicas trasladadas a todas las prendas, pero fundamentalmente a sus vestidos. De nuevo se han repetido los volúmenes libres y los cortes geométricos, un clásico de la firma, que utiliza tejidos como la seda y la organza para proporcionar a sus prendas un gran movimiento.

De los grandes volúmenes de Arzuaga a los pitillo de Schlesser

Le ha seguido Amaya Arzuaga, para quien la moda va asociada indisolublemente a grandes volúmenes y hombreras profundamente marcadas, con las que juega a crear una colección basada en dos líneas: los vestidos de volúmenes cónicos con composiciones en capas con efecto de flor en tejido de fieltro, siempre combinados con pantalones tipo leggins de lentejuelas, y sus prendas que utilizan como base el llamativo pelo de cabra.

Ángel Schlesser ha acercado más que nunca las formas al cuerpo, con hombros definidos en una colección que contrapone las prendas masculinas con las femeninas y en la que mezcla los pantalones pitillo con los de pinzas en prendas con un aire de ligereza en la gama de los negros, grises, blancos, piedra, rojo y verde.

Miguel Palacio encuentra la originalidad en el arte de combinar, por lo que su nueva colección -en la que descubre el gusto por los accesorios con originales bolsos, zapatos y cinturones- se perfila entre la exageración y el relax, mezclando un look nuevo, fresco y radical sin perder su línea clásica, en la que propone una silueta impactante que juega con la combinación de volúmenes exagerados junto a líneas más sutiles. Palacio ha querido jugar en esta ocasión con las mangas, a las que otorga un papel primordial en prendas muy trabajadas y confeccionadas de una sola pieza que crean efectos envolventes con tejidos naturales como la seda y la lana que cobran vida con acabados elaborados e innovadores, en la que los colores se difuminan en una gama radicalmente elegante, como sus turquesas, azules eléctricos, marrones café o rojos degradados que utiliza, sobre todo, en sus originales mezclas de charol con piel de zorro.

"Lógica" llama a su próxima colección el mallorquín José Miró, a quien le ha tocado cerrar la jornada y que identifica moda con equilibrio como sinónimo de belleza, efecto que busca en sus prendas, en las que propone sobriedad y limpieza, y en las que predomina el vestido con multitud de mezclas aunque prácticamente sólo con la gama de los marrones, ya que -dice- introducir un efecto multicolor con el oscuro panorama actual podría parecer "frívolo".

Por la mañana, cerraba la sesión la sensualidad de Jesús del Pozo. Sus propuestas se han centrado en unos insinuantes vestidos sorpresa sobrios por delante y con espaldas al aire construidas con ataduras y lazadas. Transparencias y superposiciones de gasa sobre punto opaco, con combinaciones de líneas corseteras y de inspiración japonesa, en una colección con mucho trabajo escondido, en la que el creador madrileño ha apostado especialmente por el color berenjena. Para la noche, ajustados vestidos con ausencia total de lo superfluo.

Montesinos homenajea a Dalí

Francis Montesinos demuestra que para él la moda y el arte siempre han sido y serán estrechos aliados. Los modos y las maneras del lenguaje corporal del ser humano – y su expresión más sofisticada, la moda o modos de cubrir el cuerpo, de subrayar su sensualidad- se han reflejado siempre en todas las manifestaciones artísticas. Su última colección, 'El Divino', es un homenaje a Dalí y al surrealismo. La colección parte de la estampación de la obra daliniana en la que recoge principalmente a su musa y mito, Gala. Sus elefantes, sus cisnes, el busto de la mujer con pan y otros aspectos más mediterráneos y surrealistas.

En la forma de tratar los tejidos las felpas que parecen jeans para el día y los jeans ojo de perdiz, el tweed, los tejidos sofisticados donde el punto de finos hilos llega hasta aspectos gruesos que recuerdan hechos a mano, con todas sus mezclas y sus combinaciones. Del color a la estampación para llegar a la parte más surrealista de su alma, el blanco y el negro o los negros y las transparencias. Los insectos y sus moscas divinas.

Las 'pinceladas' de Agatha Ruiz de la Prada

Antes de la llegada de Montesinos, la pasarela ha sucumbido a la original diseñadora, que se ha inspirado en una Galería de Arte Contemporánea. Las modelos se han deslizado a través de un museo, en el que, sobre un fondo de cuadros más o menos abstractos, han ido apareciendo estampados inspirados en brochazos de Jackson Pollock, composiciones de Vasarely, geometría de Piet Mondrian o escandalosos puntos de Yayoi Kusama.

Para el día, la diseñadora propone vestidos con muchos cortes, patchwork, rayas de distintos tejidos Aplicaciones de ganchillo en cuellos y bolsillos o en falso pelo. Y hasta pantalones tipo “legging” para las más atrevidas. Más entrada la noche: vestidos acolchados con botones 'chester', astracán ecológico en colores muy fuertes. Y para las ocasiones más importantes, largos vestidos de amplio volumen con pliegues, volantes o franjas multicolores. En los accesorios se repiten los temas de la colección. Bolsos con volantes o combinando pieles y zapatos salón de altísimos tacones, en patchwork, y botas, igualmente altas, sobre las que las modelos, vestidas de Agatha, se hacen las dueñas indiscutibles de la pasarela.

Victorio & Lucchino: puro eclecticismo

Una hora antes, los diseñadores sevillanos nos querían demostrar que todos los polos opuestos se atraen, llegando a una conexión perfecta y sólida. La mezcla de un colorido inusual, y de unas tejidos mezclados de forma experimental, deja evidente este carácter ecléctico de una colección que toma como vía de inspiración al Eclecticismo de finales del XIX , principios del XX, donde el espíritu de un artista se deja patente en su trabajo a través de las instalaciones, las ilusiones, sin tener en cuenta lo concreto.

Importancia máxima en las hombreras, donde se concentra toda la tensión de la prenda. Construidas por superposición y enriquecidas en muchos casos. Y todo ello en claro contraste con trajes ergonómicos, sinuosos que resaltan la silueta dibujada a través de vivos. El colorido juega también al choque de tonalidades, como el verde bosque con el gris asfalto, y el azafrán, o el rosa cipria roto por el negro, hacen de esta paleta al menos algo inusual.

Este eclecticismo invade también la atmósfera en el hombre de Victorio & Lucchino, con trabajadas y nuevas formas, así como en las fantasías de alguno de sus tejidos. La sastrería cálida de lana de primera calidad, se estructura en cortes precisos que enfatizan la silueta masculina y ya se ha convertido en nuestro referente. El sofisticado sport, en terciopelos, panas y gabardinas, se enriquece con las diferentes propuestas en las deportivas, provocando un nuevo clásico. Marrones, burdeos, verde oscuro, negro...se funden con la fantasía de los cuadros y rayas.