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Obama ordena el envío de 17.000 soldados al frente de Afganistán

En su primera orden como comandante en jefe de Estados Unidos, el presidente Barack Obama aprobó anoche el despliegue de significativos refuerzos del Pentágono para el teatro de operaciones de Afganistán. Según ha recalcado Obama, la actual situación en Afganistán y Pakistán -con la resurgencia de los Talibanes, el retorno de Al Qaida y la existencia de santuarios en territorio paquistaní- "demandan una urgente atención y acción rápida".

Los refuerzos ordenados incluyen 8.000 infantes de Marina con base en Carolina del Norte, y 4.000 efectivos del Ejército de Tierra procedentes del Estado de Washington, además de otras tropas de apoyo logístico. Como parte de estos refuerzos también se enviarán vehículos blindados "Stryker" para operar en el difícil terreno del sur de Afganistán.

Las órdenes de Obama cumplen su promesa electoral de un mayor esfuerzo en el frente afgano. En la actualidad, el Pentágono dispone de 34.000 efectivos en respaldo al gobierno de Kabul. Además de otros 32.000 soldados facilitados por países aliados de la OTAN, como España. El general David McKiernan, responsable militar de Estados Unidos en Afganistán, ha solicitado a Washington recursos adicionales para hacer frente a la renovada insurgencia de los Talibanes.

La Administración Obama se encuentra realizando una revisión a fondo de su estrategia en Afganistán. Pero el presidente se habría tenido que adelantar al plazo previsto de sesenta días para que las unidades militares destinadas a Afganistán empiecen su entrenamiento y avituallamiento de cara a iniciar su misión durante la temporada de primavera-verano.

Durante una entrevista concedida ayer a la televisión pública de Canadá, como anticipo a su viaje oficial de esta semana a Ottawa, Obama ha indicado su convicción de "no se puede solucionar el problema de Afganistán, los talibanes y la expansión de extremismo en la región solamente a través de medios militares". Según el presidente, "vamos a tener que usar diplomacia, vamos a tener que utilizar ayuda al desarrollo".

Las órdenes de la Casa Blanca han coincidido con la publicación un informe de Naciones Unidas que ilustra el deterioro de la situación den Afganistán. Según los datos manejados por la ONU, las muertes de civiles afganos incrementó un 40 % durante el pasado año. Hasta llegar a un total de 2.188 víctimas mortales, la mayor cifra desde el derrocamiento de los Talibanes en noviembre del 2001.(

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