Martes, 17-02-09
A. R. V.
CÓRDOBA. La aerolínea Flysur busca una segunda oportunidad para operar desde el aeropuerto cordobés. Cuatro meses después de que fracasara su primer intento de establecer rutas regulares a Barcelona, Bilbao y Vigo, itinerarios que se suspendieron a los 45 días de su despegue, la empresa cordobesa TAER Andalus, cuyo principal accionista es el Grupo Prasa -con un 31% del capital-, baraja fusionarse con la empresa malagueña Ryjet, especializada en el servicio de aerotaxis entre Málaga y Melilla.
La sociedad, que nunca se liquidó a pesar de que desde el 19 de octubre interrumpió su actividad comercial, quiere pasar página sobre la fallida operación anterior.
El cortísimo recorrido de la aventura aeronáutica pasó de crear grandes expectativas en la ciudadanía, que llevaba más de 23 años sin ver aeronaves regulares despegando desde la pista cordobesa, a ser el blanco de las críticas de buena parte de las instituciones y de la sociedad.
El consejo de administración puso en pie la pasada semana la nueva «hoja de ruta» para operar desde Córdoba. En la citada reunión se debatió la posibilidad de la fusión con Ryjet, al tiempo que se rompía con la etapa anterior forzando la salida del consejero delegado de la firma, Eduardo Gavilán, quien ha sido hasta ahora la cabeza visible del proyecto y formaba parte del consejo como responsable de Sky Jet Gestión.
Nuevo giro en la gestión
A lo largo de una reunión, los demás accionistas -entre los que se cuentan, además de Prasa, FMF Joyeros, Trabajos Aéreos Espejo y Corporación Alisios- abogaron por dar un giro a la errática gestión de la compañía cambiando a su máximo responsable, decisión que no fue bien encajada por Gavilán, según relataron a ABC fuentes cercanas a la empresa.
La firma TAER Ándalus está decidida a reinventar la marca Flysur de la mano de un nuevo socio estratégico que inyecte capital en el proyecto, tal y como avanzó este periódico. De hecho, el fracaso de una ampliación de capital prevista en octubre fue una de las verdaderas causas de que la aerolínea dejara de funcionar para asombro del ente gestor de las instalaciones, AENA, que ya había iniciado los trámites para construir una torre de control provisional, como le había demandado la compañía.
El consejero delegado de TAER Andalus se escudó en las limitaciones técnicas del aeródromo y en una denuncia del sindicato de controladores aéreos, USCA, que puso en entredicho la seguridad de las operaciones, riesgo que fue negado por su máximo responsable.
Según informaron fuentes cercanas a la empresa, su intención es retomar las rutas comerciales tan pronto como se pueda hacer efectiva la fusión y esté lista la nueva torre de control portátil. La Subdelegación del Gobierno anunció que la obra podría estar concluida para el mes de marzo, con lo que la compañía tendría la vía expedita para empezar a operar. Paralelamente, AENA ha iniciado los trámites para contratar a varios controladores aéreos y salvar así las reservas expresadas por el sindicato.
Nuevos turbohélices SAAB
En el caso de concretarse la fusión con Ryjet, Flysur resolvería otro de los talones de Aquiles de su anterior andadura, la falta de aeronaves en propiedad, lo que le obligó a asociarse de la operadora Top Fly y hacer frente a importantes sumas en concepto de arrendamiento de sus turbohélices, modelo ATR42.
La firma radicada en Málaga y fundada en 1999 dispone de su propia flota de aeronaves. Se trata de modernos turbohélices SAAB 340, de fabricación sueca.
Las principales ventajas de estos aviones, según destaca Ryjet en su página web, son que los motores turbohélices son como los reactores, es decir, tienen turbinas y compresores, pero carecen de pistones y émbolos, lo que los hace más silenciosos.
Además, su capacidad de maniobra aerodinámica es mayor que la de un avión de reacción, lo que lo hace idóneo para el aeródromo cordobés, cuya pista tiene una longitud de sólo 1.380 metros. El factor ecológico también es un punto a su favor, porque las emisiones contaminantes son muy bajas comparadas con las de un reactor convencional y su gasto de combustible es más bajo. El número de pasajeros que lo pueden usar es ligeramente inferior al del ATR42, alrededor de 33-34 asientos.
El segundo intento de Flysur por operar desde Córdoba se asentará, en todo caso, sobre un nuevo plan de viabilidad con rutas posiblemente más limitadas que en sus inicios, al menos a corto plazo. Barcelona podría volver a ser una escala en la nueva hoja de rutas. No las tienen todas consigo destinos con menor aceptación, como Bilbao o Vigo.

