Nuevo incidente con Chávez por la expulsión del eurodiputado Herrero de Venezuela
El Gobierno ha comprobado una vez más que, pese a sus deseos, no es nada fácil llevarse bien con Hugo Chávez. Ayer, se vio obligado a expresar una enérgica protesta ante las autoridades de Venezuela por la expulsión del eurodiputado del PP Luis Herrero, que ... se encontraba en el país como observador, invitado por el partido Copei. El presidente venezolano no encajó las críticas de Herrero a su Gobierno y, a instancias del Consejo Nacional Electoral, decidió su expulsión sin contemplaciones.
Ante ello, el Ejecutivo decidió que el embajador en Caracas, Dámaso de Lario, presentara una nota verbal de protesta en la Cancillería de Venezuela, mientras el director general para Iberoamérica, Juan Carlos Sánchez, convocaba a su despacho en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, al embajador venezolano, Alfredo Toro Hardy.
Trato denigrante
Fuentes diplomáticas consultadas por ABC indicaron que Sánchez expresó al embajador el malestar del Ejecutivo por lo que consideran un ejercicio abusivo de la autoridad y un trato denigrante al eurodiputado, a quien no se le permitió tener asistencia consular española, y además se le impidió recoger sus pertenencias y se le retiró su pasaporte por los policías que le arrestaron. El diplomático español añadió que la actitud de las autoridades venezolanas no se corresponde con el nivel de relaciones que tienen los dos países.
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, siguió de cerca la situación, desde que se produjo el incidente. A su vez, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, habló con el secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, y el propio Sánchez, se puso en contacto con Luis Herrero, en Sao Paulo. Por su parte, la responsable del área internacional en el PSOE, Elena Valenciano, reprochó al eurodiputado expulsado a empellones del país de haber «incumplido el código de conducta» de un observador internacional.
Desde el PP, su presidente, Mariano Rajoy, expresó su solidaridad con el eurodiputado, y censuró al Gobierno por su amistad con Chávez. Moragas, por su parte, pidió una reacción «dura y clara» del Ejecutivo español.
Sin embargo, en la tarde de ayer, Chávez se reafirmó en su decisión y afirmó en rueda de prensa: «Tengo la fe de que este lamentable incidente producido de manera intencionada por ese indigno eurodiputado no empañe para nada las excelentes relaciones que tenemos con el Gobierno español y mucho menos con el pueblo español»,
Las relaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con Chávez pasaron en unos años del entendimiento a la confrontación, después de que, en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile, en noviembre de 2007, Chávez, insistiera en llamar «fascista» al ex jefe del Ejecutivo español José María Aznar. Aquello provocó la protesta de Zapatero y, sobre todo, el famoso «¿Por qué no te callas?» de Su Majestad el Rey.
Chávez encajó muy mal aquella admonición de Don Juan Carlos, que fue utilizada profusamente por los grupos opositores y pudo tener alguna influencia en su derrota en el referéndum celebrado pocos días después en Venezuela.
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