El Tribunal Supremo anula las listas de Askatasuna y D3M por estar al servicio de ETA
Considera que hay pruebas suficientes para impedir que los proetarras participen en las elecciones vascas
La «Sala del 61» del Tribunal Supremo decidió ayer por unanimidad anular las candidaturas de la agrupación D3M y del partido Askatasuna al estimar la existencia de pruebas suficientes de su vinculación con el complejo terrorista ETA-Batasuna. El Tribunal dio a conocer el fallo ... al filo de las once y veinte de la noche, seis horas después de reanudar las deliberaciones.
La decisión costó no pocos esfuerzos, dada la dificultad probatoria con la que se encontró la Sala en el caso de las listas de Askatasuna. Fuentes consultadas por ABC informaron de que durante las deliberaciones los magistrados llegaron a barajar una vía «intermedia» entre el rechazo de las demandas y la estimación.
Esta vía consistía en la posibilidad de rechazar la anulación de la candidatura presentada por ese partido, pero sin cerrar del todo la puerta a su expulsión de las elecciones si durante la campaña electoral se consigue reunir más pruebas sobre su vinculación con ETA-Batasuna. No se trataba de un «no tajante» sino de un «no, de momento». No obstante, esta opción presentaba no pocos problemas «de carácter procesal» y finalmente fue desechada.
Muchas fueron las dudas de los miembros del Tribunal. De hecho, todos ellos eran conscientes de la trascendencia de su decisión, de la que dependía que Askatasuna pudiera finalmente participar en los comicios del próximo 1 de marzo y conseguir colar en el Parlamento vasco a unos diputados que después, en su condición de cargos electos, son inamovibles. El antecedente más reciente era el del PCTV, cuyas listas no llegaron a ser impugnadas pese a las evidencias existentes y cuyos diputados han permanecido en posesión de sus cargos desde la ilegalización de la formación política, el pasado mes de septiembre, hasta la reciente disolución de la Cámara autonómica.
La decisión del Supremo supondrá, de por sí, que ninguna de las dos candidaturas podrá concurrir a las elecciones vascas. A ella podría sumarse, mañana, la suspensiónde actividades de Askatasuna por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, tal y como le solicitó el fiscal. El magistrado tiene en sus manos la «vía penal» para evitar el regreso de los proetarras al Parlamento vasco.
Para declarar la nulidad de una lista electoral —es decir, para prohibir a unos ciudadanos el ejercicio de su derecho a presentarse como candidatos a unos comicios— hacen falta elementos de prueba suficientes. Y en este caso, indican las fuentes, las incluidas en las demandas presentadas contra las listas de Askatasuna eran algo más endebles que las de anteriores impugnaciones. Aunque finalmente han sido consideradas suficientes por la Sala.
Tras la lectura de las dos demandas se podía llegar a «sospechar» que los candidatos de Askatasuna actuarán al servicio de ETA-Batasuna, pero resultaba más difícil llegar a esa conclusión sin ningún género de dudas. «No existía la certeza de que fuera a ser así», explican. Y es que cuando se impugna una lista de candidatos, la prueba tiene que referirse más a la vinculación de cada uno de ellos con el complejo terrorista que a la del partido.
«Aprendizaje»
Las dificultades para declarar la nulidad de las listas son, además, cada vez mayores en la medida en que, tras sucesivos procesos de ilegalización y la correspondiente y amplia jurisprudencia dictada tanto por el Supremo como por el Tribunal Constitucional, los filoetarras han aprendido a moverse en el límite mismo de la legalidad.
Este «aprendizaje», al que aluden las las demandas del fiscal y del abogado del Estado, se materializa en un calculado silencio de los candidatos de Askatasuna y en unas medidas apariciones públicas cuyo fin no es otro que evitar que se les pueda relacionar con los partidos ilegalizados y con ETA.
El abogado del Estado habla de siete candidatos estrechamente vinculados a Batasuna (cuatro de los cuales fueron interventores de ese partido); uno más integró una de las listas de ANV anuladas antes de las municipales de 2007; y otros dos han mostrado una «intensa participación» en la actividad de Batasuna. La lista la integran un total de 84 individuos.
Más numerosos son los candidatos que aparecen abiertamente relacionados en genérico con la «izquierda abertzale». Así, un 40 por ciento de la lista de Askatasuna avaló la presentación de D3M, su hipotética rival en estas elecciones; un 14 por ciento ha mantenido comunicaciones con presos de ETA; un 44 por ciento ha acudido a manifestaciones o concentraciones proetarras (dos en actos vinculados con la «kale borroka»); el 12 por ciento ha firmado manifiestos de apoyo a ETA y su entorno. En definitiva, asegura la Abogacía del Estado, sólo 12 de los 84 están completamente limpios.
Tanto para el abogado del Estado como para la Fiscalía, la escasez de «antecedentes conocidos» que sirvan para establecer la conexión entre los candidatos de Askatasuna y ETA es la prueba fehaciente de que los filoetarras se han esforzado al máximo para confeccionar unas listas «limpias» y evitar así su anulación. La clave estaba en considerar que el partido es una «marca» de ETA.
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