Sólo 12 de los 84 candidatos de Askatasuna están del todo «limpios»

En ese afán de actuar «en todos los frentes» que anunció Cándido-Conde-Pumpido, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional solicitará hoy ante el juez Baltasar Garzón (que tiene previsto interrogar a trece representantes de D3M y Askatasuna) que suspenda las actividades de ese partido.

D3M, admitida a trámite

La «Sala del 61» comenzó ayer las deliberaciones y acordó admitir a trámite la demanda relativa a D3M, que tiene de plazo hasta las cuatro de la tarde de hoy para presentar sus alegaciones. Es previsible que el TS también se pronuncie hoy sobre la admisión de la impugnación de las listas de Askatasuna. La Sala tiene hasta la medianoche de mañana para decidir si pueden o no participar en las elecciones.

Tanto los servicios jurídicos del Estado como la Fiscalía basan su impugnación en la instrumentalización que ETA ha hecho de Askatasuna, partido que ha permanecido «durmiente» a la espera de ser «activado» por la banda terrorista tan pronto como el Supremo anulara las listas «contaminadas» de D3M. «ETA no ha sabido o no ha podido salirse de su guión habitual: ante la ilegalización de sus partidos y ante la prohibición legal de crear otros que los continúen, ha intentado una estrategia, sin duda compleja, que exige un esfuerzo adicional de los instrumentos del Estado de Derecho (Administración electoral, fiscales, jueces), pero que en la práctica se ha convertido en una burda estrategia de intento de fraude (...)», advierte el abogado del Estado.

Conscientes de la dificultad de hallar una «prueba directa» contra Askatasuna (dada su naturaleza «clandestina y oculta»), los demandantes hacen hincapié en la importancia de considerar todas las pruebas «en su conjunto», y no de forma aislada. Aun así, el fiscal sostiene que esas pruebas «permiten llegar a la conclusión indefectible» de que Askatasuna es una tapadera de Batasuna.

Fiscal y Abogado del Estado basan sus escritos en los informes, «de enorme fuerza probatoria», de Policía y Guardia Civil, en los autos dictados por el juez Garzón y en diversas noticias de prensa, que «tienen una relevancia especial a los efectos de acreditar los hechos que reflejan, puesto que las formaciones políticas (...) se expresan de ordinario a través de tales medios».

Junto a los indicios de carácter «objetivo» [ver recuadro], los demandantes destacan la relación personal de los candidatos de Askatasuna con la banda terrorista. En las autonómicas de 2001, 63 de los 84 individuos que integraban su lista «evidenciaban intensas vinculaciones con el complejo ETA/Batasuna». Aunque la fecha resulte lejana, lo significativo aquí es que «en la única actividad pública que ha habido hasta ahora de Askatasuna, este partido ha sido pura y simplemente una tapadera o instrumento de ETA/Batasuna». Lo que parece repetirse.

De los actuales candidatos, siete han tenido relación con partidos sucesores de Batasuna (el número uno por Vizcaya, por ejemplo, integró una de las listas de ANV que fueron anuladas) y, de ellos, cuatro fueron apoderados del PCTV. Peculiar es el apoyo que muchos (el 41 por ciento) han prestado con su firma a D3M, teórica rival en las elecciones.

Haciendo un cálculo global, sólo respecto de 12 de los 84 aspirantes no se han hallado nexos con organizaciones terroristas o ilegalizadas por apoyar a ETA. Además, el mayor nivel de relación con la banda aparece siempre en los candidatos situados en los primeros puestos de la lista.