Los mandatos tendrán que velar con la conciliación familiar en las Fuerzas Armadas

En Defensa insisten en que el texto finalmente alumbrado está muy trabajado con expertos y con todo el estamento militar. Por primera vez se ha consultado con la tropa, cuando hace treinta años se pidió opinión a los oficiales y jefes, de capitán para arriba.

La participación en misiones internacionales —la mayoría fuera de países occidentales, con otras culturas y religiones—, el hecho de haber pasado de unos ejércitos de recluta obligatoria a otros totalmente profesionales, la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas y la actual división y parcelamiento administrativo del antiguo Estado-nación que ha traído el desarrollo de las Autonomías, son cambios impensables en la España de los setenta que han dejado algunas lagunas en las normas de conducta de los militares.

Para empezar, las nuevas ordenanzas serán aplicables a todas las Fuerzas Armadas, sin distinción como antes entre tropa, suboficiales y oficiales. Ahora todo el personal es profesional y se le supone la misma vocación. Además, en el decreto se unifican también las normas aplicadas a los distintos Ejércitos. Hasta ahora había particularidades y diferencias en la materia según se tratara del Ejército de Tierra, de la Armada o del Ejército del Aire.

Derecho humanitario

Para adaptarse a las misiones en el extranjero, el Gobierno quiere que los militares se atengan al «Derecho Internacional Humanitario», que quede clara, por ejemplo, la prohibición de someter a tortura o vejaciones a los prisioneros o que se distinga entre población civil y combatiente y entre objetivos militares y bienes civiles.

Como han venido anunciando la ministra, los soldados en el extranjero deberán conocer y respetar las costumbres y la cultura de los países donde se despliegan. Quedarán expresamente prohibidos los medios o métodos de combate contrarios a ese derecho internacional comunitario.

En el orden interno, los mandos deberán velar por la «igualdad de género», evitar cualquier discriminación —incluida la motivada por la orientación sexual— y ocuparse de la conciliación de la vida profesional, personal y familiar. Se abordará también la prevención de los riesgos laborales.

Asesor militar en La Moncloa

Zapatero ha recuperado la figura de asesor militar en Presidencia del Gobierno al incorporar a su gabinete al teniente coronel del Ejército Aníbal Villalba Fernández. El puesto llevaba vacante seis años, desde que dejó el cargo en 2003 el último nombrado por Aznar.