La huida de Assunçao
EFE
LISBOA. El futbolista brasileño del Atlético de Madrid Paulo Assunçao abandonó el Oporto tras ser amenazado por aficionados ultras del club luso con pegarle un tiro en la rodilla si no renovaba con la escuadra del norte de Portugal.
Assunçao relató en una entrevista a la Radio Televisión Portuguesa (RTP) difundida ayer que el pasado mayo fue abordado, tras un entrenamiento, por cuatro supuestos seguidores radicales del Oporto que le dijeron que, si no prolongaba en breve su contrato con el equipo luso, se llevaría un tiro en la rodilla.
«Les dije que las cosas no se hacían de ese modo, pero quedé con miedo por mi vida», recuerda el centrocampista, que además aclara que fue seguido durante parte de un trayecto en automóvil en la ciudad de Oporto por los presuntos «aficionados».
Assunçao explica que denunció lo ocurrido ante la Policía y que, tras el incidente, temió por la integridad de su mujer e hijo, aun contando con una persona que velaba por su seguridad y por la de su familia, puesta a su disposición por el Oporto en colaboración con las fuerzas del orden portuguesas.
La situación produjo el efecto contrario del que buscaban los ultras del Oporto, y es que las amenazas fueron un empujón a las negociaciones que el jugador ya mantenía con el Atlético de Madrid y con su club para recalar en la capital de España. El centrocampista debutó en el fútbol de elite en el Palmeiras brasileño, del que pasó al AEK de Atenas, y de allí al Oporto y al Atlético desde esta temporada.
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