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La lluvia y la Polícia disuaden a los «fumetas»

La Universidad Autónoma vuelve a acoger un año más la festividad de San Canuto, en la que cientos de jóvenes rinden homenaje al cannabis como más les gusta, consumiéndolo, aunque, como ocurre de un tiempo a esta parte, lo hacen a pesar de la oposición de los responsables de la Universidad. Esta vez, los previsiones de las autoridades académicas, que habían dispuesto un operativo de seguridad especial en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, y los deseos de los estudiantes que acuden al campus a estudiar y no a embriagarse, a empaparse de conocimiento y no de sustancias estupefacientes legales y no legales, han contado con un inesperado aliado: la climatología. Y es que la lluvia y el frío, han disuadido a muchos de los "fumetas" que normalmente en este fecha invaden el ajardinado campus de la Autónoma.

Este año los adoradores de Canuto han sido muchos menos de los que se temían en el rectorado. Los controles de la Policía Municipal instalados en los accesos, el frío y la lluvia han descafeinado la celebración. No obstante, se ha producido el habitual trasiego de litronas y porros, aunque en menor medida que otros años. El equipo rectoral que dirige Ängel Gabilondo lleva ya varios años poniendo cuantas trabas puede para boicotear una celebración no oficial que se consolidó hace tiempo ya como referente de ocio más "golfo" entre un amplio sector de la juventud madrileña.

Entre las medidas decretadas para evitar los incidentes que se han producido años anteriores ha estado, además del moderado despliegue policial, el cierre de las facultades donde se suelen concentrar en mayor grado los "porreros", como la de Filosofía y Letras.

Ha sido en torno a este edificio donde se ha concentrado la fiesta de hoy. En el césped que hay a su entrada, sí han podido verse escenas que desagradarían a las autoridades, cono la de un joven encapuchado haciendo pintadas en reivindicación del derecho a la vivienda o las de algún presunto estudiante orinando y vomitando entre la arboleda.

Muchos de los que cada año acuden a esta "festividad" en realidad nada tienen que ver con la UAM, como Ramón Hoyos, estudiante de Trabajo Social en la Complutense, que disfrutaba esta mañana junto a un compañero de una "cachimba". Los dos lamentaban no haber podido "pillar" marihuana. Ramón, paradójicamente, no consume cannabis, sin embargo, al igual que su amigo, que sí reconoce que le gusta fumar porros, rechaza la política de las autoridades académicas de restringir la celebración de San Canuto: "Nos reunimos aquí sin molestar a nadie; me parece fatal que nos lo prohiban". A pocos metros de donde Ramón expone su punto de vista, dos empleados de mantenimiento de la UAM se afanan en recoger los residuos, vasos de plástico, vidrios y demás, que van quedando abandonados en el suelo. Hoy, estos dos trabajdores van a tener mucha faena.

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