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Objetores al volante

El «Bus ateo» podría no encontrar conductores para su campaña en su versión italiana. Mientras el sindicato genovés presenta objeción de conciencia, en España están pendientes de los acontecimientos

Objetores al volante

La campaña publicitaria no podía estar más amortizada: con tan sólo unos pocos de miles de euros, las asociaciones de ateos han conseguido sembrar la polémica entre la opinión pública. Aunque su ya manido eslogan «Problablemente Dios no existe....» ha pasado los filtros legales un obstáculo se cruza en la ruta del «bus ateo»: la oposición de los conductores al acogerse a la objeción de conciencia y negarse a llevar dicha publicidad en el vehículo.

No se trata de ningún futurible: numerosos trabajadores de la línea de autobús pública de Génova anunciaron ayer que se declararán objetores de conciencia ante el cartel «La mala noticia es que Dios no existe. La buena, es que no es necesario». El principal sindicato de conductores, Faisa-Cisal, que engloba a 900 de los 1.700 dependiente de la empresa de transporte público de Génova, dijo que apoyará a todos los afiliados que rechacen conducir uno de los dos autobuses en los que está previsto que aparezca el cartel de la Unión de Ateos y Agnósticos Racionalistas de Italia . «Algunos compañeros han expresado sus dudas, pero como sindicato nos parece fuera de lugar una frase de ese tipo, por lo que si alguien se niega a subir a este autobús, nosotros lo apoyaremos», señaló a los medios el secretario del sindicato de conductores, Mauro Nolaschi.

El resto de sindicatos de este sector todavía no ha tomado una decisión, pero son más pragmáticos: «La publicidad aporta más dinero a la empresa que se traduce en ayudas al personal». Ante la amenaza de los conductores, el presidente de la empresa de transporte público de Génova, Bruno Sessarego, se mostró cauto evidenciando que en los estatutos no existe la posibilidad de objeción de conciencia, «pero podríamos estudiala». Los bocetos con los carteles publicitarios llegarán el lunes a la empresa que tiene la concesión publicitaria de los autobuses de la ciudad. Serán ellos los que decidan qué hacer, a no ser que intervenga algún miembro del ayuntamiento de la ciudad. Cosa que no sucederá porque la propia alcaldesa de Génova, Marta Vincenzi, ha apoyado «la libertad democrática y la laicidad en una ciudad con fuerte presencia de la Iglesia».

Sin precedentes en la EMT

Tras la experiencia piloto de Barcelona, los «buses ateos» empezarán a rodar las próximas semanas por varias ciudades españolas. La primera en tomar el testigo será Madrid, el próximo día 27, donde la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores ha contratado publicidad en dos autobuses de la líneas 3 y 5.

Desde la propia Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) desechan la idea de que ninguno de sus conductores siga el ejemplo de sus colegas genoveses. Fuentes de la empresa, que insistieron en que desde la EMT no tienen «nada que opinar» sobre la polémica del «bus ateo», explicaron a ABC que nunca se ha planteado un caso de objeción de conciencia entre sus trabajadores. «Su trabajo es conducir y si la publicidad que lleva su autobús es legal no tienen por qué plantearse nada más».

Por su parte, en el sindicato independiente de la EMT no quieren adelantar acontecimientos. Según explica su portavoz, Enrique Pascual, es algo «que nunca ocurrido en nuestra empresa y de darse el caso tendríamos que plantearnos qué hacer. Una vez resuelta nuestra postura tendríamos que ponernos de acuerdo los cinco sindicatos», concluye.

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