Zapatero niega las ayudas a unos comedores sociales al borde de la saturación
V. V./R. C.
VALENCIA. Sin respuesta. Con ese desolador resultado ha terminado la petición lanzada hace una semana por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al Gobierno para que dote de alimentos a unos comedores sociales abarrotados en los últimos meses por la crudeza ... de la crisis económica.
El 0,7 por ciento del presupuesto incluido en el fondo estatal para el impulso de la economía en la ciudad era lo que el Ayuntamiento de la capital de la Comunidad solicitaba al Ejecutivo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero, es decir, un millón de euros, con los que garantizar que los más necesitados tengan cubiertas sus necesidades de alimentación.
La falta de respuesta por parte del Gobierno a la solicitud llevó a la alcaldesa de Valencia a anunciar ayer que será el propio Consistorio valenciano el que asumirá esa tarea, tras el «desprecio» gubernamental a esta petición.
La solicitud de Barberá al gabinete de Zapatero se produce con el recrudecimiento de la crisis económica, que está azotando con especial fuerza a las familias humildes, pero además se está cebando con buena parte de las clases medias.
Las ONG, saturadas
Así, las organizaciones que se ocupan de la alimentación de estas personas reconocen que, más allá de los «sin techo», es creciente el número de desempleados que acuden a estos centros, así como de familias que no pueden hacer frente a gastos como una hipoteca y, además, pagarse la manutención de sus miembros. Las ONG que se ocupan de alimentar a quienes tienen mayores problemas para pagarse alimentos en la ciudad de Valencia no dan abasto en las últimas semanas.
Al respecto, la alcaldesa de Valencia explicó que en los últimos tiempos la situación crítica e, incluso, puede verse a menores de edad comiendo en los comedores sociales.
Así, Barberá puntualizó que al Ayuntamiento realizará modificaciones de crédito en los presupuestos municipales para poder repartir alimentos en economatos, de forma que estas familias con niños no deban acudir a los comedores y puedan comer en casa.
«Prefiero que los niños coman en sus casas que no en los comedores», adelantó la edil popular, quien añadió: «El Ayuntamiento estará con ellos y a su lado». Con todo, el Ayuntamiento no dejará de percibir ese millón de euros adicional por parte del Estado, pese a la falta de respuesta sobre esta iniciativa. Para ello, presentará un nuevo proyecto para destinar esos fondos estatales al centro municipal de formación para el empleo.
Una vez conocida la denuncia de la alcaldesa de Valencia, el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, se limitó a recordar que las ayudas de ese fondo «van dirigidas a crear empleo y mejores condiciones cotidianas a los ciudadanos del país».
De ese modo, instó a Barberá, quien «maneja un presupuesto importante», a que destine a lo que estime oportuno, «el 0,7 por ciento o incluso más» de ese dinero.
La portavoz municipal del PSOE, Carmen Alborch, terció en debate y consideró que si hay «niños hambrientos en Valencia, Rita Barberá y Francisco Camps deben entonar su mea culpa por ello y asumir su responsabilidad».
No cambia los criterios
Por otro lado, el grupo popular de Alaquàs criticó ayer que el primer edil de la localidad y secretario general del PSPV, Jorge Alarte, desechó en el último pleno la iniciativa del PP por la que se pretendía garantizar que los fondos estatales beneficien directamente a los desempleados de la ciudad.
Alarte no aceptó las modificaciones propuestas por el PP, a través de un cambio en la baremación de criterios. al polideportivo que financiará con los fondos de impulso económico para que estas obras repercutan directamente en los parados de la localidad.
Un grupo de personas desfavorecidas comen en unas instalaciones públicas
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