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Muere el cardenal Pío Laghi, el nuncio amigo de Massera

Muere el cardenal Pío Laghi, el nuncio amigo de Massera

El cardenal Pío Laghi, nuncio apostólico en Buenos Aires durante buena parte de la última dictadura militar argentina (1976-83), ha muerto de leucemia a los 86 años en Roma. Su recuerdo se diluye entre dos frentes antagónicos: los que no le perdonan sus quincenales partidos de tenis con el ex almirante Emilio Eduardo Massera, y los que conservan como creencia firme que recurrió a aquellas prácticas deportivas para poner freno, desde dentro del régimen, a unos militares crueles y sin piedad.

Estos últimos, para su infortunio, son los menos. Los testimonios de familiares de detenidos desaparecidos que fueron en su busca le condenaron sin derecho a réplica, y el mea culpa entonado en democracia por la Iglesia argentina tampoco pareció colaborar mucho con él para reparar su imagen.

Angelina Boitano, de origen italiano y con dos hijos atrapados desde hacía tres años en algún centro clandestino del país, se entrevistó con Laghi en 1979: «Escuchó y sólo respondió: es mucho tiempo. Si están muy torturados los militares no les van a dejar en libertad... Era aún más brutal que ellos», lamentó la mujer.

Evelyn Lamartine, madre superiora de las monjas francesas Alice Domon y Leónie Duquet, secuestradas en la iglesia de Santa Cruz en 1977, recordaría posteriormente las observaciones del nuncio tras pedirle ayuda: «Yo, no sé nada. Nosotros no sabemos nada... Por algo habrá sido, nos dijo. Yo le dije, esto le va a pesar. Dios no se olvidará de sus palabras... Nos miró como a bichos asquerosos», declaró la religiosa.

Denunciado en 1997 en Italia por complicidad con la dictadura y su plan sistemático de desaparición de personas, con especial saña entre los guerrilleros, Laghi se defendió en una entrevista con la agencia italiana Ansa: «Yo me comprometía a ayudar a todos los que venían a la Nunciatura. Intenté hacer lo posible pero tuve que enfrentar obstáculos infranqueables de silencio, orgullo, cinismo y amenazas. El problema es que la dictadura militar actuaba en la sombra».

Hombre clave

Hombre clave en la mediación entre Argentina y Chile en 1978 para evitar una guerra por el conflicto en el canal de Beagle, Pío Laghi fue trasladado a Estados Unidos en 1980. En Washington, como hiciera en su época de nuncio en Israel con Golda Meir, estrechó lazos con la familia Bush, y después con los Clinton. A comienzos de los 90 regresó a Roma como Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, y desde el Vaticano hizo gestiones para evitar la guerra de Irak.

El cardenal Pío Laghi murió el domingo en el Hospital San Carlo de Nacy. Según sus palabras, pronunciadas años antes sobre su destino en Argentina: «No es cierto que callé. Hice todo lo posible para salvar vidas humanas. El único pesar que siento es no haber logrado lo imposible».

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