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Los nuevos orwelianos

¿Se acuerdan de las fórmulas «la verdad es la mentira» y «la guerra es la paz»? Pues la empresa de la mentira patrocinada por la generación de 1984 funciona en estos días haciendo horas extra. Algunos ejemplos. Los orwelianos: «la franja de Gaza está ocupada por Israel». Los hechos: Israel salió de la franja en 2005 dejándola bajo el control de los palestinos. Según la lógica de «territorios por paz», tendríamos que haber pasado a una situación de convivencia pacífica. Lo que obtuvimos los ciudadanos israelíes fue una lluvia continua de cohetes y misiles.

Los orwelianos: «Hamás lanza fuego por el bloqueo económico en la franja». Los hechos: esto en Lógica se denomina «falacia causal», que invierte la causa con el efecto. El bloqueo económico se impuso a causa del lanzamiento, e incluso entonces no se cortó el suministro humanitario esencial.

Los orwelianos: «Israel ejecuta un ataque genocida contra los palestinos». Los hechos: la presente operación defensiva contra la infraestructura terrorista de Hamás no podría ser más selectiva. Responde a todos los criterios de la Convención de Ginebra y de la legalidad internacional, que permiten una acción contra las lanzaderas y responsabiliza a los agresores por las víctimas inocentes. La gran mayoría de los muertos en esta operación han sido miembros de Hamás armados. Lamento la muerte de cualquier ser humano inocente, sea palestino o israelí, pero la responsabilidad es de Hamás.

El uso irresponsable del término «genocidio» merece un poco más de reflexión. Su significado según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua es: «exterminio sistemático de un grupo social por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad...». El hecho es que el conflicto palestino-israelí es de lejos el menos sangriento comparado cualquier otro. Quien habla de «genocidio» en ese contexto distorsiona la verdad.

Los orwelianos: «la operación se realiza por motivos electorales». La operación empezó después de que Hamás declarara unilateralmente el final del estado de calma, y siguiera esta declaración con un lanzamiento masivo de misiles y cohetes contra centros de población israelí -unos 80 por día en vísperas de la Navidad-. Israel advirtió que si el lanzamiento no cesaba se vería obligado a responder. Los ataques aumentaron. La persona que tomó la decisión de realizar la operación, el primer ministro Ehud Olmert, no es candidato en las próximas elecciones. No tiene ningún interés electoral.

Hay decenas de ejemplos de este tipo, pero me parece que el principio está claro. Los nuevos orwelianos son, no hay una forma sutil de escribirlo, mentirosos. Distorsionan la realidad, invierten causa y efecto y ocultan la información que no está en línea con sus fijaciones dogmáticas. Mienten, mucho, una y otra vez. Fieles a las enseñanzas del padre de la propaganda nazi, Goebbels, la forma de convertir una mentira en verdad es repetirla mil veces.

Embajador

de Israel

en España

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