La última proyección del Cine Víctor
POR ÁLEX HERRERA
SANTA CRUZ. Ya casi no queda rastro de ellos. Son más recuerdos del pasado. Las tradicionales salas de cine se van quedando por el camino mientras los grandes multicines comienzan a comerles el terreno.
En la ciudad de La Laguna, por ejemplo, ya casi no queda ni un atisbo de su existencia. Uno de sus últimos reductos, los cines Aguere, esperan desde hace ya mucho tiempo para conocer cual será su futuro. Otros, como el cine Coliseum, llevan años cerrado.
Y Santa Cruz sigue por el mismo camino. Los Greco hace ya años que nos dejaron. Otras rejas, que nunca volvieron a abrirse, nos recuerdan al pasar por la avenida Bélgica que allí habitaron los primeros multicines: los Óscar.
Las viejas salas de cine de las Islas han ido desapareciendo poco a poco, dejando un vacío que se llenó en los centros comerciales. Ahora, otra mítica sala de la capital tinerfeña, con más de 50 años de historia, está en peligro. El Cine Víctor parece estar abocado a desaparecer. En sus butacas se han sentado más de 50 años de historia. Su inauguración fue el 22 de abril de 1954 y es, hoy en día, o al menos lo ha sido hasta ahora, el único cine de pantalla única de Canarias. Ahora, podría no volver a abrir su puertas nunca más.
Desde que el Cabildo de Tenerife anunciará hace algo más de un mes que el 31 de diciembre de este año finaliza el contrato que hasta la fecha mantiene con este cine, el mundo de la cultura se ha sublevado ante el posible cierre de esta emblemática sala de propiedad privada. Incluso sus dueños, en más de una ocasión, han anunciado públicamente que alquilan el recinto para que siga subsistiendo.
De momento, se desconoce cuál será el futuro del Víctor. Sin embargo, un grupo de personas se resisten a este trágico desenlace. Una plataforma, creada con el único objetivo de salvar el cine Víctor, ha comenzado una lucha en internet para impedir su clausura.
Hasta ahora, llevan recogidas más de 1.500 firmas en contra del cierre de lo que consideran un «símbolo cultural e histórico de Tenerife».
Incluso, han elaborado un manifiesto de apoyo para salvar la mítica sala cinematográfica santacrucera.
Una de las causas de su inminente cierre, además de que el Cabildo tinerfeño haya anunciado la finalización del contrato que mantenía con esta sala, es la aparición en escena del TEA (Tenerife Espacio de las Artes), un espacio con gran sala polivalente (salón de actos con sistema de proyección incluido), donde la corporación insular pretende trasladar allí sus proyecciones, con lo que se ahorrará más de 100.000 euros al año.
«La cultura está en nosotros»
Hoy, 28 de diciembre, tendrá lugar posiblemente la última proyección en este cine. Cientos de carteles pegados por la capital tinerfeña así lo anuncian. Los que se oponen a su cierre quieren evitarlo a toda costa. «Seguiremos luchando, la cultura está en nosotros» aseguran en sus escritos, donde advierten de la trágica fecha de hoy.
Por ello, quieren aprovechar la última proyección del Cine Víctor para mostrar su rechazo ante su cierre indefinido. Será a las nueve de la noche de hoy domingo. Por esto, piden a todos lo que se nieguen a este final de película que acudan a esa hora con una vela como «símbolo de su amor» por esta sala.
La plataforma creada para evitar su cierre considera en su manifiesto que la clausura del Cine Víctor supondría «la pérdida de toda una institución multidisciplinar que forma parte del patrimonio histórico-cultural canario».
Además, con su cierre se acabaría «con el último cine de pantalla única de Canarias que continua en activo, con una ubicación geográfica en el centro de la ciudad que favorece la vida nocturna capitalina», así como «el fin de un cine entendido como fenómeno de alta cultura que se aleja de las salas comerciales que predominan en la actualidad».
Otro de los aspectos que critica el manifiesto es el abandono de su edificio, un inmueble que «constituye parte del acervo canario y por el que han pasado varias generaciones de canarios». Asimismo, su clausura dejaría desamparado «al único cine carismático que queda en la capital tinerfeña, dejándolo a expensas de la especulación del mercado, pudiendo convertirse este local en algo que se aleja del propósito para el que fue diseñado, como ya ha ocurrido con otros cines de la isla».
Filmoteca canaria
Otra de las causas graves que supondría cerrar el Cine Víctor sería «la posible desaparición de la Filmoteca Canaria, al quedarse sin sala donde proyectar sus ciclos y dejando de lado la labor que hasta ahora lleva realizando de recopilación de material cinematográfico de nuestra tierra». Por ello, la plataforma exige a las instituciones públicas de la isla y de Canarias que continúen haciéndose cargo de este «emblema de nuestra ciudad», manteniendo la funcionalidad para la que fue construido.
De esta manera, su manifiesto también sirve para lanzar una serie de propuesta ante esta polémica, como serían «el traslado definitivo de la sede de la Filmoteca Canaria a las inmediaciones del Cine Víctor, una mejor gestión que incluya una mayor difusión y propaganda de los actos que en él se lleven a cabo, ampliar la diversidad de usos de este espacio a otros ámbitos de la cultura, como pueden ser representaciones teatrales, conferencias, etcétera y la creación de abonos mensuales/anuales para los habituales a este cine».
La mítica sala de Santa Cruz está a punto de desaparecer tras 50 años de historia _ Se ha creado una plataforma para evitar su cierre _ El mundo de la cultura, indignado
ACFI PRESS
Fachada del mítico Cine Víctor, en pleno corazón de Santa Cruz de Tenerife, y que está a punto de desaparecer
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