«Guaypaut», que viene de «Wipeout», un catálogo de guantazos a remojo
MADRID. Telecinco aprovechó la Nochebuena para estrenar «Guaypaut», ese concurso de pruebas absurdas que llevó a Carmen Alcayde (y a los consursantes, claro) a Argentina, donde está el circuito utilizado por otras franquicias del programa. Se trata de un formato a medio camino entre «Humor amarillo», «Jackass», «Gladiadores americanos» y «Grand Prix» (sin vaquilla ni alcaldes) y donde todavía no queda muy claro si Carmen Alcayde hace de Takeshi Kitano, de Ramón García o de Chiquito de la Calzada. Al menos después de comprobar cómo pronuncia «clasificator». En esta televisión nuestra en la que cuanto más infantil sea el programa más éxito tiene, «Guaypaut» cuenta con bastantes papeletas para entretener a muchos. Eso sí, tiene la misma enjundia que una batalla de tartazos en un corto de El Gordo y el Flaco. Pero con aparatos. Gente mayorcita recibiendo mamporros y cayendo al agua. La monda.
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