Bush advierte sobre la amenaza de los narcos mexicanos «en nuestro vecindario»
El Departamento de Justicia detecta actividad de los cárteles en 230 ciudades de EE.UU., aliados con mafias italianas y asiáticas
El presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, alertó ayer a su sucesor sobre la amenaza que encierran las bandas del narcotráfico mexicano. Los cárteles continuarán buscando «un flanco débil» en territorio estadounidense, según las declaraciones de Bush, y Obama deberá enfrentarse a ellas «en nuestro propio vecindario», en referencia a la amplia penetración narco en el crimen organizado de Estados Unidos.
Felipe Calderón, presidente de México, prometió ayer la «acción firme del Estado» en la lucha contra los cárteles, un día después de la jornada de luto en el país por los funerales de los ocho militares que aparecieron decapitados el domingo. Los cárteles mexicanos de la droga no sólo se han hecho fuertes en México y en Centroamérica y han prolongado sus redes hasta Argentina, sino que se han convertido también en la mayor amenaza criminal para EE.UU., según un reciente informe del Departamento de Justicia.
El documento, elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia contra las Drogas, sostiene que los narcotraficantes mexicanos son los principales introductores de sustancias controladas en el país, y para ello han estrechado sus alianzas con la mafia italiana y otros grupos tradicionales del crimen organizado como las bandas asiáticas y nigerianas que controlan pandillas juveniles locales.
«Las organizaciones del narcotráfico mexicano representan la mayor amenaza del crimen organizado para Estados Unidos. La influencia de las organizaciones del narcotráfico mexicano sobre el tráfico de drogas a nivel nacional no tiene rival (pues) controlan la distribución de las drogas en la mayor parte de las ciudades estadounidenses y están aumentando su presencia en los mercados que aún no controlan», afirma el informe. La presencia de estos cárteles ha sido detectada en al menos 230 ciudades estadounidenses.
La entrada de cocaína en el vecino del norte ha disminuido casi a la mitad desde que se implementaran medidas de erradicación de cultivos en origen y a partir de que el Gobierno de México desatara una guerra contra el narcotráfico a comienzos de 2007. Según la agencia federal de lucha antinarcóticos de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés), también habría aumentado el precio (un 89 por ciento) y disminuido la calidad en los últimos dos años. Además, el mercado europeo absorbe ahora un mayor porcentaje de la producción. Los cárteles de México y Colombia obtienen y lavan en EE.UU. entre 13.000 y 28.000 millones de euros en ventas al por mayor. Pero las autoridades estadounidenses siguen preocupadas por el aumento del comercio de metanfetaminas, gracias a la presencia de laboratorios en su propio territorio.
Para introducir la droga en EE.UU., los cárteles utilizan «tecnología y técnicas avanzadas de comunicación para coordinar sus actividades» de transporte por tierra, mar y aire y, «crecientemente, naves semisumergibles de bajo perfil». También, pasos subterráneos, como los tres narcotúneles descubiertos días atrás en Nogales, en la frontera de Arizona con México. En los últimos cinco años han sido desmantelados 42 sólo en este punto de los más de 3.000 kilómetros de frontera común.
Más de 5.500 ejecuciones
Los cárteles mexicanos también han comenzado a sembrar marihuana en terrenos públicos estadounidenses, y en el lado mexicano han reubicado la producción en zonas más cercanas a la frontera (Sonora, Durango y Sinaloa), lejos de sus áreas tradicionales de cultivo como Guerrero y Michoacán.
Por otra parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) ha criticado la política de seguridad nacional. En su informe anual, el «ombudsman» mexicano, José Luis Soberanes, detalló que sólo uno de cada diez delitos es denunciado, y el 99 por ciento del total quedan impunes. En su balance, Soberanes estima que desde 2001 se cometieron en el país 20.000 secuestros y 10.000 ejecuciones vinculadas con el crimen organizado; sólo en este 2008 han ocurrido 5.585, las mismas que se registraron durante todo el sexenio presidencial de Vicente Fox.
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