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Once mil portugueses pierden su trabajo en la construcción civil de la región

BELÉN RODRIGO. CORRESPONSAL

LISBOA. La crisis en la construcción civil ha provocado sus primeras víctimas en Portugal, donde once mil trabajadores contratados por empresas extremeñas se han quedado sin empleo en los últimos meses. En el norte del país vecino, en la zona transfronteriza, otras 800 personas están igualmente en el paro después del cierre de empresas de capital español en los sectores de la construcción naval.

Si en los últimos años vivir en la zona de la raya con España fue una ventaja a la hora de encontrar trabajo, ahora es sinónimo de desempleo. Portugueses que trabajaban en España o para empresas de capital español han sido víctimas de la crisis económica más pronunciada en sectores como la construcción civil o naval.

El coordinador de los sindicatos en Portalegre, Diego Serra, asegura a ABC que la situación es muy preocupante. «En la zona del Alentejo se está produciendo una disminución de puestos de trabajo». Llama la atención a la particular situación que se vive en la construcción civil. «once mil trabajadores portugueses trabajaban en la construcción civil en Extremadura, de los cuales tres mil pertenecían al distrito de Portalegre», explica. «Prácticamente la totalidad de ellos están en el paro y con poco futuro. Se fueron a España porque aquí no tenían trabajo, y además los sueldos allí eran más alto»», aclara. La mayoría de ellos son gente joven, hasta los 45 años, y ahora buscan otros países para emigrar. «Los sindicatos españoles han dado apoyo a los trabajadores portugueses porque es la primera señal que tienen que ellos también se quedarán sin trabajo».

Goteo y cierre

En Évora, en el Alentejo, hace años propietarios españoles compraron la fábrica de los vaqueros Lee. «Poco a poco fueron despidiendo personal y de más de 200 trabajadores se quedaron en 100», explica Ricardo Galhardo, coordinador de los Sindicatos de Évora. «A finales de este mes va a cerrar finalmente la fábrica», añade.

En el norte de Portugal la situación es igualmente preocupante. En el Alto Minho, en las localidades transfronterizas de Cerveira, Valença, Monção y Megaço, cerca de 800 personas que trabajaban para empresas españolas se han quedado sin trabajo y veinte empresas de capital español cerraron.

Un ejemplo es la empresa española Rodman, líder en la venta de barcos de recreo. Un año después de instalarse en Portugal esta compañía ha optado por el despido colectivo. Ubicados en el Parque Empresarial de Valença, se han visto obligados a esta medida por la caída en el mercado. Según explicó a ABC el coordinador de Sindicatos de Viana do Castelo, Branco Viana, «la fábrica cerrará el 11 de febrero del 2009. Dejarán unos 6 trabajadores en espera que lleguen días mejores, dentro de dos o tres años».

Baleante y Star Ficher son otras dos compañías españolas que han reducido personal, 40 y 185 trabajadores. Otra, Garyns Yates, en Monção, cerró el 31 de octubre, dejando a 30 personas sin trabajo.«Las empresas hacen sus esfuerzos para no cerrar, disminuyendo las horas de trabajo o los días pero después de un tiempo así algunas se ven obligadas a cerrar», subraya Viana, provocando una situación dramática para los trabajadores portugueses.

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