Poznan logra arrancar a los países en desarrollo un compromiso de reducción de emisiones
Los países en vías de desarrollo se comprometieron hoy a tomar medidas para reducir sus emisiones entre un 15 y un 30% sobre lo que está previsto que emitan en 2020. Es un objetivo respecto al escenario tendencial de emisiones en 2020, pero es un ... paso adelante importantísimo, puesto que es la primera vez que se ponen cifras al esfuerzo que deben hacer los países en desarrollo.
Es cierto que aún no se sabe si esos objetivos serán obligatorios o no –pues esto forma parte de lo que debe discutirse el año próximo en Copenhague- pero no lo es menos que existe un régimen de vigilancia y cumplimiento por lo que estos países deberán tomar medidas para “desviar” el volumen de sus emisiones, si bien se tendrá en cuenta si se trata de economías emergentes o de países pobres. “Por primera vez se vinculan los objetivos de reducción de los países ricos con un esfuerzo de reducción en los países emergentes”, dijo la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.
Y es que, además de este compromiso de los países en desarrollo, finalmente se ha logrado mantener en el mandato que debe servir de base para el texto que debe negociarse en Copenhague la horquilla de reducción de un 25-40 por ciento para los países industrializados en 2020, que es la recomendación de los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC). Esta cifra estaba hasta hoy por la tarde bloqueada por Japón, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Rusia, pero a tenor del resultado parece que no era más que un elemento táctico para intentar arrancar un compromiso de las naciones en desarrollo.
Aunque todo es susceptible de cambiar de aquí a Copenhague en diciembre de 2009, lo cierto es que, al contrario de lo que se pensaba, Poznan puede si no cambiar el rumbo, sí acelerar la lucha contra el cambio climático.
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