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El precio de la vivienda cae otro 7,8% y se sitúa en niveles de 2006

El precio de la vivienda experimentó una nueva caída interanual en el mes de noviembre del 7,8%, lo que unido a las registradas en los meses anteriores ha hecho que el valor de los inmuebles se sitúe en niveles desconocidos desde junio del año 2006. Esta es la principal conclusión que puede extraerse del último dato del Indice de Mercados Inmobiliarios Españoles (IMIE) elaborado mensualmente por la tasadora Tinsa.

El descenso del 7,8% de los precios de la vivienda en noviembre de este año es muy superior a las cifras ofrecidas por el Ministerio de Vivienda, que sitúan en el 0,8% la caída de los precios entre el segundo y el tercer trimestre. Los resultados obtenidos por Tinsa provienen directamente de las tasaciones efectuadas en el último mes.

El IMIE pone de manifiesto que en noviembre cuatro de los cinco subíndices territoriales presentan descensos superiores a la media general. Así, el precio de la vivienda en la «Costa Mediterránea» y en las «Areas Metropolitanas» descendió un 8,5% el pasado mes.

Con cifras casi idénticas, el precio de la vivienda en las «capitales y grandes ciudades» y en «Baleares y Canarias» bajó un 8,4%, mientras que el precio en el «resto de municipios» cayó un 6,3%, en este caso por debajo del descenso medio.

La mayor parte de los actores del mercado y expertos coinciden en asegurar que la caída de los precios no se va a detener aquí y que mientras no se normalice la situación del mercado hipotecario es muy difícil que los precios se estabilicen, ni en vivienda nueva ni en vivienda usada.

En este sentido, el director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, destacó ayer en unas jornadas organizadas por la patronal madrileña de promotores inmobiliarios, Asprima, que los precios han caído ya en términos reales (teniendo en cuenta la inflación) un 10% y que el ajuste total será de entre el 15 y el 20%.

Sin embargo, los promotores descartan que puedan seguir bajando los precios. Carlos Cutillas, presidente de Inmobiliaria Chamartín, fue muy gráfico al subrayar que «no podemos vender por debajo del valor de la hipoteca».

Iranzo destacó que la ley del Suelo se ha convertido en un serio obstáculo para la adecuada financiación de las deudas de las empresas inmobiliarias y apostó por la revisión urgente de la ley Concursal, que ha provocado que los juzgados de lo mercantil estén absolutamente colapsados.

Por su parte, el director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, rechazó rotundamente la aspiración del sector promotor de que el fondo de adquisición de activos financieros pueda destinar parte de sus fondos a comprar viviendas actualmente en «stock».

Malo de Molina apuntó una previsión negativa sobre la evolución inmediata del crédito, al señalar que durante algún tiempo el crédito crecerá por debajo del PIB nominal, al tiempo de alertó del peligro que supone la actual situación, porque las cuentas públicas se han deteriorado en muy poco tiempo y que «si se llega a una recesión con déficit, la situación se puede complicar mucho».

En estas condiciones, los promotores apuestan por que el año que viene no se inicien más de 150.000 viviendas y por boca del presidente de Asprima y Apce (la patronal nacional), José Manuel Galindo, reiteraron la necesidad de medidas concretas para «un tránsito más amable» de la crisis.

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