Moratinos busca el «acuerdo político» que desbloquee la entrada de Lukoil en Repsol

De momento, ayer se entrevistó con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y utilizó la ambigüedad para salir del paso. Preguntado por ABC, sobre si se habían intercambiado puntos de vista sobre los intentos de la petrolera Lukoil de entrar en Repsol, reconoció que «hemos abordado las distintas esferas de cooperación, incluida la energética, pero no hemos hablado de manera específica de lo que es, en este momento, la relación entre unas empresas que están buscando un acuerdo», informa desde Moscú Rafael Mañueco.

El ministro español, sin embargo, admitió a continuación haber conversado con Medvédev sobre «la voluntad de los dos países de desarrollar lo que puede ser una cooperación en materia energética en los dos sentidos, es decir, empresas españolas aquí en la Federación Rusa y empresas rusas en España». Moratinos se reunió después en una cena de trabajo con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

Fuentes cercanas a la negociación para la entrada de Lukoil en el capital de Repsol señalan que se ha llegado a un punto en el que es necesario un «acuerdo político» y que este viaje puede ser el gérmen de ese acuerdo. Estas fuentes indican que las garantías aportadas por Lukoil son aceptables por parte de la banca para que pueda subrogarse en el crédito otorgado en su día a Sacyr para la compra de un 20% de la petrolera española. Sin embargo, existe cierto recelo por parte de los bancos a otorgar un «placet» que no venga respaldado por un acuerdo político.

Por otra parte, la propia Lukoil habría puesto sobre la mesa la conveniencia de que el Gobierno español otorgara alguna garantía política a la operación, ya que no desea que su participación en Repsol pueda convertirse en un foco de problemas extra empresariales.

Por la falta de este acuerdo político, según aseguran las fuentes consultadas, aún no se ha llegado a un acuerdo definitivo sobre quién venderá el paquete de acciones de Repsol, aunque sí parece fijo que en todo caso no será de más del 20%.

La preferencia expresada públicamente por el Gobierno español de que Repsol se mantenga como «compañía española» abre el abanico de posibilidades a que Sacyr venda a Lukoil sólo la mitad de su participación y el «holding» Criteria -ligado a La Caixa- venda otro tanto, aunque todas las opciones están abiertas.

El otro gran problema, el de las garantías, parece haber sido salvado desde la óptica de los bancos por el respaldo explícito obtenido por Lukoil por parte de un grupo de bancos rusos, entre los que se encuentran el Vneshtorgbank y el Sberbank, ambos estatales.

Fuentes financieras destacaron que la presencia de la banca pública rusa en los avales de Lukoil expresa el interés del Gobierno ruso en la operación y, de paso, contrarresta las reticencias que las entidades han mostrado sobre algunos accionistas de Lukoil.