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Díaz Ferrán: «La situación es tremenda. Urge frenar la destrucción de empleo»

Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE. Foto: Ernesto Agudo

Lleva poco más de un año al frente de la patronal española pero es empresario desde que cumplió 23. Nunca, dice, ha vivido una situación económica tan excepcional y por ello reclama medidas también excepcionales con un claro objetivo: frenar cuanto antes la insostenible sangría del paro.

- Esta semana se conocía que la economía lleva a cuestas ya tres millones de parados.

Hay que cortar la sangría permanente del desempleo que es la cara más triste de la crisis. Se están cumpliendo desgraciadamente nuestros pronósticos y bien que lo sentimos, ojalá nos hubiéramos equivocado.

- ¿Cuáles son sus pronósticos para 2009?

Lamentablemente se alcanzarán los cuatro millones de parados y la tasa se moverá en una horquilla de entre el 15 y 17% si no se toman medidas. El próximo será un año muy complicado, sobre todo los seis primeros meses.

- ¿Cómo se corta esta sangría del paro?

Se están poniendo en marcha medidas coyunturales, que van en buena dirección, pero no se acometen medidas estructurales; de haberlo hecho antes ahora tendríamos menos problemas. En España no sólo tenemos problemas derivados de la crisis financiera internacional, también de una crisis que nos ha venido por la falta de reformas estructurales.

- ¿Cómo valora la batería de medidas anunciadas por el Gobierno?

No son suficientes, aunque hay algunas que van en buene dirección. Está muy bien acometer la rehabilitación de los cascos urbanos con los 8.000 millones que va a poner el Gobierno encima de la mesa de los ayuntamientos porque inyectará en vena empleo en el sector que más está sufriendo, la construcción. Pero hay otra posibilidad de crear empleo con infraestructuras, por ejemplo, corregir las enormes pérdidas que existen en la distribución de agua en todos los municipios. Son medidas coyunturales, pero hay que poner en marcha medidas estructurales, que no servirán para reducir el paro de forma inmediata, pero sí para paliarlo y permitirían cuando la crisis haya tocado fondo salir de ella con más rapidez.

- ¿Cuáles son estas medidas estructurales?

Entre ellas está flexibilizar el mercado laboral, asimilarlo a la media del resto países de nuestro entorno con los que tenemos que competir. ¿Con qué objetivo? Con el único objetivo, que es aumentar el número de personas que trabaja y también para que la empresa sea más competitiva, lo que va también a favor del empleo.

- ¿Está hablando de abaratar el coste del despido?

Cuando hablamos de flexibilizar el mercado laboral no nos referimos sólo al abaratamiento del despido. Es una de las medidas pero hay otras igual de importantes como contar con un contrato a tiempo parcial homologable al que tiene el resto de Europa y contar con normas para la contratación y extinción que mezclen flexibilidad y seguridad.

-¿Se refiere a un nuevo tipo de contratación?

No hablamos de modificar derechos adquiridos de los trabajadores que ya están fijos en las empresas, hablamos de crear un contrato para trabajadores que están en paro o con contratos temporales; un contrato fijo más flexible para que el pequeño y mediano empresario se anime a crear empleo.

- La reforma de 1997 ya introdujo un nuevo contrato fijo con despido más barato (33 días por año). ¿No sirve ya esta fórmula?

Es una fórmula que no ha funcionado bien, pero sí abrió una vía. Ahora habría que abrir una tercera vía con un contrato más flexible, dirigido a las pymes. Hay que buscar fórmulas similares a las que existían hace años como, por ejemplo, el pago por parte del Fogasa de parte del despido para las pymes. Queremos fórmulas imaginativas que animen al pequeño y mediano empresario a contratar.

- ¿Ya han planteado estas fórmulas en el diálogo social?

Se está hablando entre bastidores, pero pronto se pondrá sobre la mesa.

- ¿No cree que en lugar del goteo de medidas al que nos tiene acostumbrados el presidente Zapatero hubiera sido mejor un paquete compacto?

Lo ideal hubiera sido hacer un análisis muy exhaustivo de la situación económica, negociar con la oposición. Pero aunque se hubiera hecho así después se habrían tenido que adoptar más medidas porque la situación, por desgracia, se ha ido agravando mes a mes. Hace un año por estas fechas no pensábamos que la crisis fuera a ser tan fuerte. ¿Quién iba a imaginar que el sector del automóvil iba a vender un 50% menos en noviembre? o ¿quién iba a pensar que una Autonomía iba a avalar a una multinacional como ha hecho Aragón y que nadie protestaría? Parece increíble. La situación es tremenda y todo lo que se haga para frenar la destrucción de empleo será bienvenida.

- ¿Cree que hay que abordar una reforma fiscal?

De forma irremediable, porque las empresas no pueden seguir soportando un coste de la Seguridad Social cinco puntos por encima de la media europea. Estamos proponiendo esta rebaja al Gobierno y si hace falta compensar los ingresos con un punto más de IVA.

- Supondría ir en contra de lo que se plantea en Europa.

Europa tiene un tipo de IVA más alto que el nuestro.

- ¿Esta bajada de cuotas no pondría en peligro la salud del sistema de pensiones?

Sabemos que hay una caja única con 50.000 millones, que hay superávit. ¿Y dónde está este dinero? Pues en la cuenta única del Estado, no nos engañemos. Somos los primeros que decimos que hay que financiar las pensiones y que el Estado tiene que hacerlo buscando diferentes tipos de ingresos no sólo a base de lo que pagan empresarios y trabajadores directamente, también indirectamente, por ejemplo con el IVA. Hay que buscar fórmulas que no penalicen el empleo.

- ¿Ahora se penaliza?

Las empresas españolas soportan costos superiores a los que tienen las empresas de otros países con las que competimos, lo que encarece nuestros productos y servicios. No podemos competir porque tenemos una Seguridad Social más cara, pagamos más Impuesto de Sociedades, pagamos impuestos que no se pagan en otros países y tenemos leyes laborales más rígidas. Todo penaliza la competitividad de la empresa y del empleo. Sí reconozco que el Gobierno de Zapatero fue el primero de la democracia que bajó el Impuesto de Sociedades.

- ¿Hay que ir más lejos?

Se ha bajado el tipo general del 35 al 30% y el de las pymes del 30 al 25%, pero hay países que ya han colocado el tipo en el 15% y en el 12%. Ahora es un impuesto penalizador del empleo y es necesario que las empresas sean más competitivas. España tiene que convertirse en un país competitivo para atraer inversiones extranjeras. Estamos empezando a dejar de serlo y eso es gravísimo. Nosotros -los sindicatos también- hemos puesto en los últimos años un empeño en conseguir paz social y ésa ha sido una de las claves del crecimiento porque hemos hecho un país atractivo en relaciones laborales.

- ¿Las medidas que propone CEOE son excepcionales para una situación excepcional?

Vivimos una coyuntura excepcional, nunca vista. Soy empresario desde los 23 años y nunca he visto una situación así. Hay que tomar medidas excepcionales, todas encaminadas a reducir el paro, no sólo por obligación ética o moral, también porque cada parado más que hay supone retroalimentar la crisis. Los 170.000 parados más que ha habido en noviembre son 170.000 parados que dejan de consumir, además lo van a pasar mal y su falta de empleo será un descalabro para la familia. Todos sabemos lo que supone un puesto de trabajo desde el punto de vista social y económico. Es urgente poner barreras a la destrucción de empleo.

- ¿Aunque suponga más déficit público?

Somos los primeros en defender el equilibrio presupuestario, pero ahora hace falta parar la destrucción de empleo y si para ello hay que tener algo de déficit, llegar al 3% permitido en Europa, pues hay que llegar. Los superávit que hemos tenido hay que emplearlos en buscar soluciones.

- Reforma laboral, fiscal... ¿Qué más propone CEOE?

Eliminar trabas administrativas a las empresas. Sí tengo que decir que el Gobierno está atendiendo la transposición de una directiva comunitaria para que en unos años se elimine, como mínimo, un 30% de estas trabas administrativas. Por ahí nada que decir, sólo que los trabajos se aceleren.

- ¿Cómo está afectando la falta de financiación a las empresas?

Está destruyendo empleo. Estamos viendo como empresas sólidas, que funcionan bien, han visto disminuidos en un 50% ó un 70% los créditos que siempre utilizaban para tesorería y circulante. Esta situación está provocando impagos a proveedores, impago de nóminas, concurso de acreedores y destrucción de empleo.

- ¿Cuándo saldremos del tunel?

Me gustaría que se cumplieran las previsiones de nuestros analistas, que creen que a final de 2009 podría empezar a repuntar la economía, pero se seguiría destruyendo empleo en los primeros meses de 2010. Y son previsiones optimistas.

- Es obligado preguntarle por el último asesinato de ETA.

Ya he expresado públicamente, en mi nombre y en el de CEOE, la más absoluta condena ante el asesinato de Ignacio Uría, un empresario que lo ha dado todo por contribuir al bienestar de la sociedad vasca y a la creación de empleo. Este acto vandálico, perpetrado a cargo de asesinos, no va a impedir que los empresarios continuemos al frente de nuestras empresas para generar más riqueza y empleo y que todos podamos vivir pacíficamente en un Estado de Derecho.

- ¿Cuál es su relación con Santiago Herrero, su adversario?

Buena. Él presentó candidatura a la presidencia y yo fui el elegido. Como hubiera hecho yo, se puso a disposición del presidente.

- Es crítico con su forma de dirigir CEOE .

José María Cuevas estuvo 23 años dirigiendo CEOE y todos estaban acostumbrados; yo llevo poco y quizá algunas cosas sorprenden.

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