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«Cuando en un pueblo 2.000 habitantes votan a ANV, es que necesitan tratamiento»

Treinta años después de aprobarse en referéndum la Constitución Española, Bono hace un análisis crítico del «café para todos» y sus «servidumbres»

«Cuando en un pueblo 2.000 habitantes votan a ANV, es que necesitan tratamiento»

-¿Cómo está de salud la Constitución 30 años después?

-Esta Constitución nos ha dado a los españoles lo que ninguna otra en nuestra historia, y es el periodo más largo de libertad continuada. Por eso es especialmente valiosa.

-¿Y si es tan valiosa por qué hay que reformarla?

-Las reformas que eventualmente tengan que hacerse no son de carácter esencial, ni afectan al entramado más profundo de la norma constitucional. La Constitución no es eterna, y debe acomodarse a las necesidades de los ciudadanos.

-¿Y el modelo territorial, mejor ni tocarlo?

-En el terreno de la organización del Estado no cabe más que lo que cabe en la Constitución. El Título VIII, que lógicamente es mejorable y tiene servidumbres evidentes, con la fórmula del Estado autonómico ha ofrecido estabilidad al binomio igualdad-autonomía.

-¿Cuáles son esas servidumbres?

-La fórmula del café para todos tiene servidumbres. Cuando han pasado 30 años puede hacerse un juicio sereno y llegar a la conclusión de que algunos solicitan reconocimiento a hechos diferenciales porque no les basta recibir el mismo café y la misma cantidad que el vecino. Con el café para todos, algunos confundieron diferencia con desigualdad y debe saberse que lo contrario a igualdad es desigualdad y no diferencia.

- La tensión nacionalista en 30 años ha ido a más. ¿Cómo se soluciona ahora?

-Con dosis importantes de sentido común, y procurando no confundir la diferencia de los territorios con la igualdad de las personas. Los españoles tenemos una Constitución, pero además de leyes necesitamos valores a los que sujetar nuestra actuación, y entre esos valores la solidaridad y la igualdad son irrenunciables.

-El TC se pronunciará sobre el Estatuto de Cataluña, ¿usted cree que pondrá ese sentido común?

-No sería bueno cuestionar la sentencia porque guste más o guste menos. No cabe más alternativa que aceptar lo que decida el Tribunal, ya que en un Estado de Derecho el único imperio es el de la ley administrada por los jueces.

-¿En caso de un fallo en contra teme que haya un alejamiento de la población catalana respecto del resto de España, como ha dicho Montilla?

-Yo creo que al margen de formulaciones más o menos afortunadas, los ciudadanos de Cataluña se sienten mayoritariamente españoles y se sienten bien en España. Lo que debemos es serenar los ánimos y contribuir a dejar de mirarnos como vecinos envidiosos.

-ETA ha vuelto a asesinar en un municipio de ANV. ¿Considera necesario disolver las corporaciones donde gobierna la formación filoterrorista?

-No me corresponde proponer esas medidas y no lo hago, pero cuando en un pueblo 2.000 habitantes votan a ANV, es que necesitan tratamiento. La ley debe aplicarse con rigor a todos los que de alguna manera justifiquen, aplaudan o ayuden a los asesinos. Jamás sería defensor, ni siquiera de oficio, de esos individuos de ANV.

-Hablemos del Congreso. Se está debatiendo la reforma de la ley del aborto. ¿Lo ve necesario?

-La regulación del aborto a través de una ley de plazos no es un disparate. Sería bueno intentar un alto grado de consenso y garantizar los principios constitucionales, porque no es lo mismo un plazo que otro.

- En el Congreso también ha entrado de lleno el debate sobre el agua. La reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha incluye una fecha de caducidad para el trasvase Tajo-Segura. ¿Lo apoya?

-Sobre el agua siempre he dicho lo mismo: el agua no es de nadie en particular, sino que es de todos los españoles. No hay ríos privativos de un territorio. El agua debe ir de donde sobra adonde falta, esto es algo evidente, y oponerse con carácter general a cualquier trasvase está en contra del sentido común. Eso sí, el agua que no sobra no puede trasvasarse.

-¿Conoció en su etapa como ministro de Defensa los papeles sobre los vuelos a Guantánamo?

-Durante el tiempo que fui ministro no tuve conocimiento de la comisión de ningún hecho ilícito relacionado con el transporte de presos hacia Guantánamo, y tengan la seguridad de que de haberlo sabido lo hubiera dicho entonces y ahora.

- ¿Cree prudente y sensato mirar tanto al pasado como se mira en este país?

-Si los españoles pudieran mandarnos un SMS a los políticos yo creo que dirían algo así: «No imiten lo malo del pasado y pónganse de acuerdo en el futuro».

-¿Los políticos están a la altura para resolver esta crisis?

-Yo creo que sí. Observo un alto nivel de preocupación por la crisis en el Congreso y en el Gobierno. Hay que tomar ejemplo de los españoles, que tienen más interés en resolver sus problemas que en participar en disputas.

-Usted dice que la crisis preocupa a los diputados, pero lo cierto es que cuando hay un debate el hemiciclo está casi vacío.

-Mire, el otro día, cuando debatían el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, el hemiciclo estaba por encima del 80 por ciento de ocupación. Se lo digo porque los conté. Esa es la realidad.

-Pero usted sabe que los miércoles, en la sesión de control, cuando habla Solbes no hay ni media entrada, siendo muy generosos. ¿Qué se puede hacer?

-De entrada, creo que es bueno no cometer la injusticia de pensar o afirmar que los diputados ausentes están en el bar, porque no es verdad. La solución tiene que venir por incrementar el interés político de los asuntos de los Plenos.

-¿Lo pasó muy mal al ver a su grupo en contra de la decisión sobre la placa de Maravillas?

-Me dolió que alguien atribuyera intención religiosa a un reconocimiento para una persona que nació en un edificio del Congreso, tiene notoriedad y es hija y nieta de presidentes del Congreso y del Senado. Me dolió también que una decisión unánime de la Mesa llevara a algunas personas, en este caso no diputados, a faltar al respeto a la memoria de una mujer que ha muerto.

-¿Le costó rectificar?

-No me costó nada. Soy de los que se equivocan, de los que no aciertan siempre. Comprendí que cuando se trata de hacer un reconocimiento a alguien y surge una fuerte contestación, hay que rectificar, entre otras cosas por respeto a quien se desea reconocer.

-Tampoco hubo acuerdo para que varios personajes famosos leyeran la Constitución.

-¡Allá quienes estén en desacuerdo! Cien veces que se plantee el asunto diré que al Congreso no le hubiera venido mal recibir y escuchar la lectura de la Constitución hecha por Nadal, Casillas o Alonso.

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