POR CELIA FRAILE

FOTO DE SAN BERNARDO

MADRID. Le ha costado un poco. José Luis Perales no quería hacer un resumen de su vida artística pronto. Pero siente que ahora ha llegado el momento. Para celebrar su 35 cumpleaños en la música ha recopilado sus temas de siempre en un trabajo especial: «Perales en directo. 35 años» (Vale Music), que incluye dos cd y un dvd con su concierto en Buenos Aires en el que presentó los nuevos arreglos que acompañan sus canciones más entrañables.

-¿Por qué se ha decidido ahora a grabar un dvd con un espectáculo en directo por primera vez?

-Es un proyecto que hacía mucho tiempo que teníamos pensado. Pero la verdad es que era hacer un resumen y yo me resistía a hacerlo tan pronto. Ahora creo que es el momento. También ocurre que en el disco anterior «Navegando por ti» descubrí unos buenísimos músicos. Les propusimos hacer los arreglos de las canciones de siempre, de manera que podemos ofrecer algo nuevo al público. Han sido un hallazgo, sobre todo para mí, pero también para la gente. Cuando grabamos el concierto en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, el público no sabía de qué tema se trataba hasta que yo comenzaba a cantar. La razón estriba en que las sinfonías no tienen nada que ver con las del principio.

-¿En qué consisten estos arreglos especiales?

-Los responsables son dos músicos cubanos que conocían las canciones desde niños y pensaban que para ellos era una gran responsabilidad. Me decían: «Pero cómo voy a hacer yo un arreglo para «¿Y cómo es él?», no puedo cambiarlo». Pero al final les di plena libertad, porque son muy creativos, y la verdad es que han hecho un trabajo estupendo.

-¿Por qué el de Buenos Aires?

-Por una razón sentimental. En el año 73 saqué mi primer álbum («Celos de mi guitarra») y al año siguiente fui a Buenos Aires a recoger mi primer disco de oro y comenzar mi gira por América. Y descubrí que allí gustaba mi música. La ciudad estaba repleta de carteles que me daban la bienvenida. Hasta me compré una cámara para que mi madre viera lo importante que era allí. Me pareció una especie de milagro. Todos los recuerdos que conservo de Buenos Aires son tan emotivos que se han convertido en el motivo por el cual he querido celebrar mis 35 años en el mismo teatro. La verdad es que fue muy emocionante. La primera vez que estuve allí me temblaron las piernas y, al volver, sentí de nuevo todas aquellas sensaciones.

-35 años a pie de escenario, ¿qué le dice la voz de la experiencia?

-Me dice que hay que trabajar todos los días. Si este disco no vende, que ojalá se venda, tampoco es tan importante porque vamos a hacer otro. No me canso nunca, tengo una gran vocación por escribir y en ello estoy en este momento, pensando en mi nuevo trabajo. Siempre me gusta aportar algo nuevo porque seguir con lo mismo de toda la vida me aburre. Soy más remolón para hacer giras y más facilón para ponerme a escribir.

-¿Se trata de su proyecto futuro más inmediato?

-Sí. En cuanto lo termine de componer haré la grabación, pero con calma, en unos meses. No voy a empezar ahora una gira con este disco. Probablemente la haga a finales de 2009 porque hace dos años ya hice una gira con todo este material, aunque no con estos arreglos. Los conciertos de este trabajo me apetece hacerlos cuando pueda incorporar temas nuevos y para eso aún falta.

-¿Qué siente cuando canta sus temas de siempre?

-Analizo la respuesta del público, que es el que me hace sentir que las canciones siguen vigentes. Si sintiera que han perdido la capacidad de emocionar, me sentiría mal. Pero, quizá sea porque espacio mucho mis giras, siempre noto que las reciben muy bien. Sobre todo siento un profundo agradecimiento hacia la gente que ha mantenido la fidelidad a lo largo de todos estos años.

-Muchos de sus seguidores han crecido con sus canciones, ¿qué experimenta cuando se saben todas sus letras al dedillo?

-Siento que ha merecido la pena dedicar tanto tiempo a la música. En muchas ocasiones les dejo que sean ellos quienes tomen la voz en mis conciertos. Ante semejante respuesta, sólo se puede estar inmensamente agradecido al público.

-¿Y cuando las parejas se hacen arrumacos en sus conciertos?

-Me parece precioso. Además me dicen cosas, a veces, que hacen que me ruborice. Una persona me contaba: «Tengo tres hijos y los tres los hice escuchando tus canciones». Ver como les brillan los ojos, los arrumacos, los besos... Todo eso es muy bonito.