Publicado Jueves, 04-12-08 a las 01:00
La comisión de Unasur que investigó una matanza de campesinos ocurrida en septiembre al norte de Bolivia confirmó un balance parcial de 20 víctimas -contra 16 declaradas hasta ahora- y la calificó de crimen de lesa humanidad, mientras que la oposición de derecha calificó el informe de "parcializado".
El jurista argentino Rodolfo Mattarolo, al entregar el informe al presidente boliviano Evo Morales en el Palacio presidencial, señala en las conclusiones del informe que por sus características la matanza "reviste los rasgos de una violación extremadamente grave y flagrante del derecho a la vida y a la integridad de las personas". "Una violación de esta naturaleza configura desde el punto de vista del derecho penal internacional en vigor actualmente un crimen de lesa humanidad", señala otro punto de las conclusiones de la investigación, que recomienda que por la naturaleza de los "múltiples asesinatos" este delito sea juzgado por la justicia ordinaria.
Según Mattarolo, el 11 de septiembre de 2008 en la localidad de Porvenir y otros sitios del departamento de Pando se cometió una "masacre", de la cual fueron víctimas una cantidad de indígenas campesinos no establecida definitivamente. El "número enteramente comprobado hasta el momento es de 20 indígenas asesinados", subrayó. Mattarolo, que encabezó la comisión creada el 15 de septiembre en Santiago para abordar la violencia política que se desató en Bolivia entre partidarios y opositores al gobierno de Evo Morales, dijo que esa fue la conclusión tras recopilar testimonios de autoridades y testigos en el lugar.
La violencia en Pando se produjo en medio de protestas en ésta y otras cuatro regiones que se oponían al proyecto de nueva Constitución que impulsaba Morales. Los incidentes colocaron a Bolivia al borde de una guerra civil. Tras la muerte de los campesinos el gobierno dictó un estado de sitio en la región y detuvo al prefecto opositor Leopoldo Fernández, veterano líder de derecha, y a otros líderes civiles que están recluidos actualmente en una cárcel de La Paz.
Mattarolo dijo que la comisión de Unasur concluyó que "los agresores de los campesinos lo hicieron de forma organizada, respondían a una cadena de mando y contaban con funcionarios y bienes del gobierno departamental", sin precisar nombres. La comisión de Unasur recomendó al gobierno boliviano "profundizar la labor investigativa sobre la ejecución sumaria de niños, enterramientos clandestinos, destino de las personas cuyo paradero se desconoce, heridos y víctimas de torturas".
Morales agradeció el trabajo de la comisión de Unasur y expresó su deseo de "profundizar la investigación" y dijo que el Ejecutivo "recogerá" todas las recomendaciones. Mientras tanto, dirigentes de la oposición calificaron el informe de Unasur como "parcializado y sesgado" porque a su juicio en la investigación se escucha solamente la versión oficialista.
"La investigación ha sido totalmente parcializada, sesgada. En la investigación únicamente van y escuchan la versión de los señores del MAS (Movimiento Al Socialismo, oficialista)", dijo el senador Roberto Yáñez, de Podemos, liderado por el ex presidente conservador Jorge Quiroga. El senador opositor fue más lejos al acusar a Mattarolo de ser un "ex terrorista afín al gobierno de Morales", y a los otros miembros de la comisión de ser "gente sin ninguna confiabilidad". Yáñez afirmó que "el mayor crimen" de la comisión de Unasur es "faltar a la verdad" y remató al calificar al informe de "amañado" al referirse a un video exhibido en el canal estatal de televisión antes del informe en el que, a su juicio, se escucha sólo testimonios oficialistas.

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