Salvan a cinco niños marroquíes de morir de frío en los bajos de un camión
Un nuevo intento de entrada de veinte inmigrantes subsaharianos por el cauce del Río Oro, en Melilla, ha llevado al Gobierno local a pedir una mayor colaboración por parte de la Policía marroquí. Después de varias semanas de tranquilidad, las incesantes lluvias que cayeron durante el pasado fin de semana en Melilla han facilitado que vuelvan a repetirse los intentos de entrada, a la carrera, organizados por los inmigrantes que permanecen asentados en las cercanías de la frontera de la Ciudad Autónoma. Una veintena de subsaharianos pretendieron a las siete y veinte de la mañana ayudarse de la crecida del Río de Oro para adentrarse en Melilla. Seis lo consiguieron, pagando un duro precio por alcanzar la meta, ya que tuvieron que ser ingresados en el hospital comarcal melillense aquejados de hipotermia y de lesiones varias. El resto fue rechazado gracias a la rápida actuación de la Guardia Civil y también al escaso número de sin papeles que se habían unido para desestabilizarla.
La presión migratoria en la valla de Melilla también se está dando en Ceuta, aunque en menor grado. En las últimas semanas grupos aislados de inmigrantes, no superiores a la media docena, han intentado entrar en la ciudad saltando la doble valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos ayudados con escaleras de madera que fabrican artesanalmente.
Según la Guardia Civil, el aumento de entradas en esta época obedece a las malas condiciones en las que se encuentran los subsaharianos. Sin casi comida y con las dificultades para encontrarla con la llegada del frío y las lluvias, la situación se torna tan compleja que la espera se hace insoportable y ello incide directamente en el incremento de los saltos en ambas vallas.
Por otra parte, la Guardia Civil ha localizado y rescatado de los bajos de un camión a cinco menores marroquíes de entre 10 y 14 años que, empapados y ateridos de frío, fueron descubiertos cuando los agentes informaban al conductor de un desvío como consecuencia del cierre del puerto de la Mora, en Granada.
El hallazgo se produjo en la mañana del domingo al oír los agentes gritos que venían de los bajos del camión y que procedían de uno de los niños, que se había dañado una pierna. Los menores, empapados y ateridos, se ocultaban en el habitáculo del semirremolque del vehículo donde se guardan los palés.
Ateridos de frío
Los chiquillos «apenas podían andar, de lo entumecidos que estaban por el frío», según la Guardia Civil, que considera que fueron salvados de «una muerte segura». Los agentes les abrigaron con sus chaquetones y los metieron en sus vehículos para que entraran en calor, tras lo cual los trasladaron a la Comandancia de Granada, donde se cambiaron de ropa y comieron alimentos calientes. Los menores procedían de una localidad del suroeste de Marruecos.
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