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¡Eureka!

Ópera
F. Palacios: «El laboratorio del doctor Fausto». Int.: J.J. Alcaide, Sh. Fridman, B. Secall, J.M. Ramírez, B. Álvarez Larrabeiti. Orq.-Escuela de la Sinf. de Madrid. Dir. escena: A. Panzavolta. Dir. musical: J.A. Montaño. Lugar: Aud. Carlos III, Leganés. Fecha: 29-XI
ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE
Hace tiempo que las organizaciones musicales incluyen entre sus actividades algunas de naturaleza pedagógica. Es obvio que cuando se emplea este término se piensa en un público joven, en periodo de formación, pero no siempre ha de ser así. Si se recuperan algunos comentarios escritos a raíz de la apertura del Teatro Real, once años atrás, se observará la insistencia en proclamar la falta de educación del público. Hoy ya no se dice, pero esa necesidad siempre estará vigente, de ahí el valor de una u otra programación, de la ambición de esta hacia lo novedoso o del conformismo en títulos más trillados. Escuchando con generosidad se aprende y se ensancha el gusto, y explicando se ayuda a entender. Lo pedagógico (en toda la extensión de la palabra) es hoy la base de cualquier organización artística con conciencia.
Fernando Palacios tiene el mérito del pionero y el entusiasmo del convencido. Está al frente del «Proyecto pedagógico y programa joven» del Teatro Real. En él se ha incluido el estreno de un ballet, con guión y música propios. Como tal se ha visto en el auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid con intervención de alumnos del Conservatorio Superior de Danza de Madrid María de Ávila (CSDMA) y de la Orquesta Escuela de la Sinfónica de Madrid, bajo la dirección de su titular, José Antonio Montaño. Le ha dado forma una estupenda puesta en escena y coreografía de Alessandra Panzavolta, una cuidada escenografía, con luces e imaginativo vestuario de Francesco Calcagnini. Y en el fondo la música de Palacios, ecléctica en su sustancia, eficaz y divertida, ágil para la danza y sugerente en la descripción de las distintas escenas.
Han sido 5 funciones, 4 para colegios y la última abierta a un público entusiasta ante la calidad del resultado, consecuencia de un proyecto hecho a conciencia. Porque con «El laboratorio del doctor Fausto» culmina parte de una actividad que se apoya en dos fantásticas guías didácticas dedicadas a la obra y al ballet. Se accede a ellas a través de www.teatro-real.com. Hay que verlas.