ÓPERA
«Luisa Miller»
Música: Verdi. Int.: Voulgaridou, Álvarez, Montiel, Anastassov, Siwek, Pedaci, Cor de la Generalitat Valenciana, Orq. Comunitat Valenciana. Dir. escena: Puggeli. Dir. musical: Maazel. Lugar: Palau de les Arts. Valencia. Fecha: 16-11-09
ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE
Valencia vive en una duda. Desde su inauguración, el Palau de les Arts ha querido demostrar que la capital tienen alma wagneriana. Para que todo quedara claro, la temporada se ha inaugurado con un «Parsifal» en el que no faltaron las referencias a la ciudad, desde el Grial de su catedral a viejos escritos de ilustres de la tierra. Lo curioso es que, entre sus funciones, se han colocado otras dedicadas a «Luisa Miller» de Verdi, que es obra de transición y que, por ello, parecería incapaz de hacerle competencia a aquella gran realización wagneriana. Pero, el caso es que se la ha hecho, gracias a Lorin Maazel, quien ha demostrado que no hay mejor afición que la que crece alrededor de la música bien hecha. Él y a la Orquestra de la Comunitat Valenciana son capaces de sublimar a caballeros de leyenda y, al día siguiente, dejar a todos con la respiración entrecortada a base de venganza y desamor.
Ni tan siquiera les afecta que sobre el escenario unos sean héroes interplanetarios o, como ahora ha sucedido, personajes de Rembrandt-Vermeer encajados en una casa de muñecas. La idea de los cuadros vivientes y de las pequeñas estancias, tal y como la cuenta Lamberto Puggelli en la producción original de Palermo, podría tener sustancia, aunque la realización sea pesante en el gesto escénico y tenebrista en su exposición. Quede todo en la orquesta y en las voces. Como la de Marcelo Álvarez, muy aplaudido en el inevitable «Quando le sere, al placido», aunque si se imagina el fragmento más a flor de labio y con otro legato es preferible recordar el soberbio trazado del último acto, apasionado y muy generoso. Siempre es algo importante que la obra llegue en alto a este momento sublime. Entonces, junto a Álvarez estuvieron Orlin Anastassov, Walter con nobleza y apostura, y Alexia Voulgarido, Luisa escasa pero capaz de vencer lo spinto con una disposición notable. Muy interesante Rafal Siwek en el antipático papel de Wurm y María José Montiel en una deslumbrante realización de Federica. Con razón «Luisa Miller» tiene dividida a Valencia.