Secretarios indignados
Las reuniones mantenidas entre los responsables del Ministerio de Justicia y los secretarios judiciales para hablar de la modernización de la Justicia tras el paro protagonizado por este colectivo el 21 de octubre pasado han quedado en papel mojado; y los apretones de manos y ... las sonrisas, para la foto. Y eso que parecía que esos encuentros, cuya finalidad era intercambiar opiniones sobre cómo mejorar el funcionamiento de la Administración de Justicia, habían conseguido suavizar las tensiones surgidas como consecuencia de la durísima sanción -dos años de suspensión de empleo y sueldo- impuesta por el departamento que dirige Mariano Fernández Bermejo a la secretaria judicial del «caso Mari Luz». La tregua ha durado menos de un mes y las espadas vuelven a estar en alto.
El motivo del nuevo enfrentamiento han sido las asambleas informativas que los secretarios judiciales tenían convocadas ayer en toda España para poner en conocimiento del colectivo el pesimismo de sus representantes por el resultado de los encuentros con el Gobierno. Lo que no esperaban los fedatarios era la resolución con la que, cerca de las ocho de la noche del jueves (lo que les dejó sin margen de maniobra alguno), la directora general de Modernización, Pilar Rodríguez, decidía prohibir la celebración de las asambleas. La razón: cuestiones formales.
Los secretarios judiciales han acatado la orden, aunque anuncian que la recurrirán ante los tribunales porque vulnera su derecho de reunión, hace una interpretación «más que dudosa» de la ley y porque, una vez más, «restringe y agrede» sus derechos como colectivo. Justicia alega que no quedaba claro cómo se iba a atender a los ciudadanos durante las asambleas, que no debieron convocarse en horario laboral.
El «talante» de Bermejo
En un comunicado difundido ayer, el Colegio Nacional de Secretarios Judiciales cree que la decisión del Ministerio «demuestra una vez más el talante» de Bermejo y «su falta de interés» en atender a las propuestas que los profesionales de la Justicia puedan hacer desde la «crítica constructiva».
Y es que los fedatarios no están en absoluto satisfechos con los planes del Gobierno para modernizar la Justicia, que califican de «endebles» y que sólo sirven para «maquillar la grave situación en que se encuentran las oficinas judiciales».
Fuentes del Colegio de Secretarios Judiciales aseguran que la reforma procesal que ofrece Bermejo «es la misma» que presentó su antecesor, Juan Fernando López Aguilar, en el Parlamento y que no salió adelante. Además, las únicas novedades que incorpora son rechazadas de plano por los fedatarios (por ejemplo, establecer por ley que no es necesaria su presencia durante todas las sesiones de un juicio).
Con actuaciones como la de ayer, concluye la nota del Colegio, «el Ministerio de Justicia incentiva el creciente malestar que el cuerpo de secretarios judiciales existe ante la inoperancia ministerial para proponer y poner en práctica medidas eficaces».
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