Stéphane Lissner confirmó el lunes, en un breve comunicado remitido a la prensa italiana, que esa misma mañana se había comprometido con el Consejo de Administración de la Scala de Milán para continuar ligado al teatro italiano como director general y director artístico «al menos hasta el año 2013». Con ello, el director francés ha zanjado todas las especulaciones sobre su posible contratación en el Teatro Real como director artístico, a partir de septiembre de 2010, en sustitución de Antonio Moral.

El presidente del Patronato del Real, Gregorio Marañón, en una entrevista concedida a ABC hace unas semanas, señaló la posibilidad de que Lissner desembarcará en el teatro madrileño. «Es difícil, pero no imposible», afirmó. Los problemas con los sindicatos y la crisis económica hacían replantearse a Lissner su futuro en Milán; sin embargo, el respaldo del gobierno italiano le ha hecho decidirse por la Scala.

Esto convierte al belga Gérard Mortier, que hace unas semanas dimitió en la Ópera de la Ciudad de Nueva York por reducirle el presupuesto, en su principal candidato.