«Txeroki» planeaba un grupo itinerante con pistoleros franceses, al estilo de Parot
El ya ex cabecilla del «aparato militar» de ETA Garikoitz Aspiazu, «Txeroki» tenía, entre otros planes criminales, la formación de un «comando itinerante» integrado, al menos en parte, por pistoleros franceses al estilo del «talde» que, dirigido por Henri Parot, recorrió ... España en la década de los ochenta, dejando un reguero de sangre.
Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC señalan que, en principio, se desconoce si «Txeroki» había comenzado ya a organizar esta célula, o había elegido a los etarras destinados a conformarla -las investigaciones podrían arrojar nuevos datos en esta dirección-, pero no dudan de que su pretensión habría sido intentarlo «más pronto que tarde», porque en la actual situación de debilidad la banda necesita «echar el resto» en su ofensiva terrorista contra el Gobierno.
Además, en la reciente asamblea en la que decidió no cometer atentados en Francia, ETA sí acordó intensificar la ofensiva terrorista, tanto con atentados indiscriminados perpetrados mediante coches bomba como con asesinatos «selectivos» contra dirigentes y cargos públicos de partidos políticos.
El «comando» itinerante de Henry Parot, denominado «Argala», estaba a las órdenes directas de un único cabecilla y lo integraban ciudadanos franceses que no estaban fichados ni tan siquiera por una vinculación indirecta con ETA. Ello les otorgaba salvoconducto de impunidad para viajar por España y alojarse en sus hoteles como pacíficos turistas.
En el momento de su detención, Garikoitz Aspiazu portaba una agenda con diferentes anotaciones en clave y, al parecer, en euskera, acompañadas de fechas. Fuentes próximas a la investigación sospechan que se puede tratar de citas que el cabecilla cazado iba a mantener en las próximas semanas, y no sólo en el sur de Francia. Ello confirmaría que, pese a que los etarras del «comando» desarticulado recientemente en Navarra estuvieron a punto de precipitar su captura -la Policía, sin saberlo, le tuvo cercado cuando les impartía un cursillo sobre el manejo de armas y explosivos en una urbanización de Hendaya-, «Txeroki» se sentía seguro y se consideraba completamente «operativo» para adiestrar a los pistoleros de última generación y despedirlos personalmente en la frontera. De las citas que tenía previsto de aquí a principios de 2009 se desprende que el ya ex jefe del «aparato militar» estaba formando nuevos «comandos» de «legales» para lanzarlos en su ofensiva contra el Ejecutivo.
Se dispara la histeria
Fuentes próximas a la investigación subrayan que Garikoitz Aspiazu se comportaba como un auténtico «ejecutivo», ya que, por ejemplo, concedía las citas hasta con dos meses de antelación. Generalmente se hacía acompañar en sus desplazamientos por algún etarra de su confianza, según el motivo del encuentro. En el momento de su detención viajaba con Leire López Zurutuza, a la que se le considera como una de las responsables del adiestramiento de nuevos pistoleros. De ello se deduce que el destino inmediato de la pareja podría ser la asistencia un cursillo sobre manejo de armas y explosivos.
La bravuconería con la que «Txeroki» quería camuflar su falta de luces le ha pasado factura. Las fuentes consultadas subrayan que, probablemente, una de las primeras actividades que haga este terrorista en la ociosidad de la cárcel será redactar la «Kantada», «reflexión» que los etarras arrestados elevan a la cúpula, en la que exponen los motivos por los que creen han sido detenidos. Y, probablemente, también, «Txeroki» tendrá reservado algún capítulo especial para el responsable de «logística» que colocó en el Peugeot 207, nuevo, una matrícula «imposible» por caduca y obsoleta. El vehículo fue sustraído el pasado 6 de noviembre.
En una ETA como la actual, inmersa en luchas internas de consecuencias imprevisibles, que un subordinado entregue en bandeja a su jefe puede disparar la psicosis entre los pistoleros.
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