El viaje de Joan «Pipa», pastor trashumante
E. R. MARCHANTE
Este otro modo de concebir el cine, tal y como lo ve Christophe Farnarier, implica varios riesgos, aunque el esencial es que la película la construye el personaje, y es de él, de su atractivo, por lo tanto, de quien depende finalmente ... el atractivo de la película. Y éste de «El sueño» («El somni», en su catalán original) es un magnífico ejemplo, pues se vuelca por completo en el personaje de Joan «Pipa», un pastor trashumante, y en lo que será su último viaje por la Cataluña profunda. La película es exactamente eso, el viaje y el personaje, un tipo único, tan descatalogado en el mundo actual como el sistema Beta, pero tan entero y consciente de su extinción que brilla con lucidez y sentido del humor.
Al paso de Joan «Pipa» y de su rebaño vemos cañadas y montes, esos lugares invisibles en la Cataluña de catálogo, y le oímos el rutar de su filosofía, que aún conocimientos profundos de la naturaleza y la tierra («las vacas destruyen la montaña»), y también otros muy livianos («todas las que iban a Mallorca eran putas», dice sin que se sepa bien a qué se refiere). El viaje, la broma, tiene su reverso: es la visión de un mundo perdido, como el de Spielberg.
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