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El PP se compromete a defender el derecho a la educación en español en toda España

El PP se compromete a defender el derecho a la educación en español en toda España

Bajo el lema «el español en España», asociaciones cívicas que en el País Vasco, Cataluña, Galicia y Baleares defienden el derecho a utilizar el castellano en el sistema educativo y en la administración se reunieron ayer en Madrid para denunciar la ofensiva de los nacionalistas -encabezados o respaldados por los socialistas- destinada a proscribir el español en los ámbitos oficiales oficiales que controlan, empeño hecho realidad a costa de las libertades individuales, con el silencio de parte de la sociedad y por la dejadez de los partidos de ámbito nacional.

El PP se vio obligado a reiterar su compromiso en la defensa del español después de que todos los intervinientes -escritores, profesores y víctimas directas de una «normalización»- insistieran en que se ha superado el bilingüismo reclamado en el arranque del Estado de las Autonomías para caer en la persecución del español precisamente por su condición de lengua «nacional» que los nacionalistas quieren presentar ahora como ajena e impuesta en los territorios que consideran propios. Directamente la prohíben como si su uso no formara parte también de los derechos individuales de los cuidadanos.

En la reunión, convocada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española que dirige el diputado del PP vasco Santiago Abascal, se sucedieron los testimonios de víctimas de esa especie de «limpieza lingüística», de ciudadanos perseguidos por querer que sus hijos sean escolarizados en su idioma materno, médicos iberoamericanos apartados de sus plazas por no saber bastante catalán en Baleares o policías condenados a la marginación social.

Abascal destacó que los nacionalistas persiguen el español para promover la fragmentación de España y con ese objetivo «reducen la movilidad de los trabajadores y construyen una infraestructura de funcionarios seleccionados con criterios lingüísticos».

El presidente de Deanes abrió la puerta de los reproches a los dos grandes partidos de ámbito nacional por «transigir» con las imposiciones de las lenguas locales, idea recurrente en otras intervenciones que derivó en imprecaciones y gritos contra el PP, que había enviado a la reunión a Alfonso Alonso, portavoz adjunto del Grupo Popular, diputado por Álava y ex alcalde de Vitoria.

Alonso se sentó junto a una silla vacía con un letrero que ponía «PSOE» y con sendos representantes del partido de Rosa Díez y de «Ciudadanos», muy aplaudidos por los asistentes. Al parlamentario del PP, por contra, le interrumpieron hasta tres veces en su discurso, lo que obligó a la mayoría del público y a los organizadores a pedir silencio para que pudiera hablar. Alonso aguantó el tipo, contó su experiencia personal, defendió a su partido y aseguró que mantiene el compromiso de garantizar el principio de igualdad entre los españoles y que todos los ciudadanos tienen el derecho a utilizar y educar a sus hijos en el idioma común en todos los rincones de España.

En el acto, clausurado con el himno nacional, Fernando García de Cortázar llamó a la movilización social para defender la idea de España, el filósofo Gustavo Bueno recordó que los nacionalistas niegan la nación española al negar la lengua y el consejero de la Comunidad de Madrid Javier Fernández-Lasquetty acusó a los nacionalistas de caer en un «fanatismo excluyente».

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