SUSANA GAVIÑA
MADRID.«No quiero morirme sin cantar ópera en Madrid», afirma Thomas Hampson, barítono muy conocido en nuestro país por actuar en él junto a orquestas y participar en el ciclo de Lied del Teatro de la Zarzuela, pero al que se le resiste la ópera. «Ha habido conversaciones aquí y en Barcelona, pero no hay nada concreto». Ahora ha vuelto para actuar hoy en el Teatro Häagen-Dazs Calderon junto a la UBS Verbier Festival Orchestra, bajo la batuta de Ludovic Morlot.
El barítono norteamericano interpretará un repertorio en el que se ha convertido en un experto en los últimos veinte años, Mahler. Cantará «Kindertotenlieder». «Supongo que me han invitado por lo que puedo aportar de este repertorio, mi experiencia». Su labor con esta orqusta lo califica como «un trabajo en ambas direcciones, en el que lo importante es explicar por qué esta música fue escrita». Eso es lo que intentará transmitir al centenar de músicos, con edades comprendidas entre los 17 y los 29 años, procedentes de más de 30 países que componen la orquesta.
Hampson, que ha trabajado con numerosas formaciones jóvenes, confiesa que le encanta colaborar con ellas «por el entusiasmo de los músicos. Es muy refrescante ver lo serios y rigurosos que son. Son capaces de aguantar un ensayo de dos horas y media, sin pausa, sin protestar». Y reconoce que el objetivo que se plantea a la hora de colaborar con la UBS Verbier Festival Orchestra es el de «transmitirle la ética del trabajo».
El concierto de hoy se enmarca dentro de una gira que ha llevado a la formación por varias ciudades europeas -Milán, Lucerna y Berlín-; casi paralela a la que ha realizado su hermana pequeña, en plantilla, la UBS Verbier Festival Chamber Orchestra, fundada en 2005, que el pasado 4 de octubre recaló en Barcelona.
Pasaporte a otras orquestas
La primogénita fue creada en el año 2000, y es condición sine qua non pasar por ella para acceder a la formación de cámara. Ambas agrupaciones, además de participar en giras por Europa y Asia, son los grupos residentes del festival del mismo nombre que se celebra durante el verano en una pequeña localidad suiza. Mientras en la de cámara tan sólo hay un español, la sinfónica cuenta con cuatro músicos nacionales, entre ellos el percusionista Jaime Santoja, que, aunque prosigue sus estudios, estos le han permitido participar en la UBS Verbier Festival Orchestra durante los dos últimos años. El músico valenciano explica a grandes trazos la dinámica del encuentro. «Pasamos allí seis semanas, y el trabajo es tan intenso que es como si hubiesemos pasado seis veranos con la Jonde», afirma. Trabajo que se traduce en calidad pues según indica, «estar en esta orquesta te garantiza una invitación segura en otras orquestas».
El programa de hoy se completa con «Don Juan, poema sinfónico, op. 20», de Richard Strauss, y las «Danzas sinfónicas», de Rachmaninov.