El líder del Parlamento de Mauritania, vía de salida de cayucos, clama contra Zapatero
El presidente del Parlamento de Mauritania ha criticado duramente la posición adoptada por España tras del golpe de Estado encabezado por los militares el pasado 6 de agosto en ese país.
«Me sorprende mucho la posición española. “No estoy contento con vuestra política”, le ... dije al embajador (Alejandro Polanco) cuando nos reunimos hace unas semanas. Están impulsando ustedes a los que dan golpes de Estado», declaró malhumorado en una entrevista concedida a ABC el miércoles en su despacho.
«Esto afectará sin duda en el futuro a nuestras relaciones con España, un país al que consideramos próximo», añadió este antiguo esclavo que ha logrado llegar alto en política.
El presidente Mohamed Ould Cheikh Abdallahi había sido el primero en la historia del país en ser elegido con libertad en las urnas en marzo de 2007. Desde el 6 de agosto está detenido e incomunicado.
La última visita oficial de Abdallahi al extranjero, pocos días antes de su derrocamiento, fue a España. Se reunió con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y fue recibido por Su Majestad el Rey en el Palacio de Marivent.
España tiene en Mauritania una de las puntas de lanza de la ayuda al exterior. La Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo ha pasado de los cuatro millones de euros de 2004 a los 11,5 millones previstos para este año.
Críticas internacionales
La comunidad internacional ha criticado la interrupción de la joven democracia.Washington, París y la Unión Africana (UA) han llegado incluso a dar ultimátums y pedir que se castigue a los golpistas.
El Gobierno español, por boa del ministro de Exteriores, dijo desde un primer momento que se iba a tratar de mantener las mejores relaciones con Nuakchot. Pero no se condenó el golpe de la misma forma que los citados países. Esto es interpretado por Belkheir, que preside de uno de los partidos del antigolpista Frente Nacional para la Defensa de la Democracia, como un alineamiento con el general Ould Abdel Aziz, líder del levantamiento.
Moratinos se defiende
Miguel Ángel Moratinos visitó ayer Rabat en visita oficial y habló de Mauritania. «Estamos haciendo muchas gestiones intensas y discretas con todas las partes para hallar una solución» y «recuperar la senda de la democracia y la estabilidad», dijo a los periodistas.
El ministro añadió que España está en contacto con Jean Ping, que es el presidente de turno de la Unión Africana y con Amro Mussa, secretario general de Liga Árabe, y con el comisario europeo Louis Michel.
Con respecto a las críticas del presidente del Parlamento mauritano, comentó a ABC que ésas no eran las noticias que él tenía tras los contactos del embajador Polanco. España, añadió, «condena el golpe y a la vez ayuda a todas las fuerzas políticas». La impresión de Belkheir no es ésa y llegó a pronosticar medidas de las que probablemente se arrepentiría, pues él mismo entiende que «sería muy negativo para nuestras relaciones».
Primero, recordó el acuerdo de pesca entre la UE y Mauritania, del que España es el principal beneficiario al disfrutar de 89 de las 110 licencias. Y a continuación, en tono de sorna, agregó: «Podemos abrir nuestras fronteras y facilitar barcos a los que quieren ir a España desde nuestras costas». «Ahora están los militares, pero cuando regresemos invadiremos Europa. Ya subieron en su día los almorávides», dijo ya entre risas.
Refiriéndose a la Transición española, afirmó no entender «cómo han apoyado el golpe en un país que estaba abriendo los ojos a la democracia». «No podemos aceptar esto por el hecho de que seamos africanos o no seamos españoles», sentenció, antes de preguntarse: «No somos dignos de la democracia?».
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