POR SUSANA GAVIÑA
FOTO: IGNACIO GIL
MADRID. José Manuel Zapata no podía creer que su sueño se hubiera hecho realidad: conocer a una de sus cantantes favoritas, Pasión Vega, y además compartir escenario con ella. La excusa para unir sus voces -una de ópera y otra de copla- lleva por nombre «Tango: mano a mano», un espectáculo que estos dos cantantes llevaron ayer al Teatro Isabel La Católica de Granada a modo de preestreno y que aterrizará en Madrid, en el Teatro Real, el 6 de octubre. Un escenario que conoce bien Zapata, una de las voces emergentes de la escena lírica española, que recientemente ha interpretado sobre él óperas como «El viaje de Simorgh» y «Tancredi» y que ya ha debutado en teatros tan emblemáticos como el Met de Nueva York. Ahora se enfrenta al reto de presentarse ante el público en un nuevo registro, pero para ello cuenta con una camaleónica y versátil compañera de viaje, Pasión Vega, que igual le da a la copla, como hace pinitos en la zarzuela, ha cantado a Serrat y Sabina, y ahora se entrega a la melancolía del tango.
Aunque el proyecto nació de Zapata para llevarlo a cabo solo y en pequeños auditorios, fue el contrabajista Pablo Martín Caminero -uno de los músicos que les arropa en esta aventura- quien le propuso al tenor que le acompañara Pasión Vega, quien en más de una ocasión ha confesado su amor por este género. «Cuando era muy pequeña escuchaba a Gardel, y en mi música siempre ha habido mucha influencia del tango, como una especie de aroma. Aunque -afirma- nunca había cantado un tema clásico en público». La idea de hacerlo en el Real llegó después. La ilusión de Pasión por llevar el espectáculo a este teatro de ópera, en el que nunca había actuado, y la posibilidad de abrirlo a otros géneros, además del apoyo de numerosas personas, entre ellas, el presidente de la Fundación Teatro Real, Gregorio Marañón, hicieron el resto.
Si bien el mano a mano empezó como un homenaje a Gardel, «la mayor parte de los temas eran suyos», indica Zapata, éste se extendió después a otros compositores, como Eladia Blázquez y su tango «El corazón al sur», uno de los favoritos del cantante.
Pasión Vega confiesa que se quedó «extasiada» cuando escuchó cantar al tenor granadino, «y ver tantos años de estudios y el sentido lírico que le daba al tango. José Manuel sabe decirlo muy bien, algo importante porque se trata de una música muy popular, una música que es un lamento en sí». Zapata es consciente de que puede recibir críticas por parte de los puristas y que es blanco fácil para las comparaciones con otros tenores que han realizado incursiones en el género, como Plácido Domingo o Marcelo Álvarez: «Voy a interpretar el tango como creo que debo de hacerlo. Mi vida es la ópera pero canto tango porque me apetece», subraya.
Juntos interpretarán a dúo «Volver», «Cuesta abajo», a los que se sumarán otros como «Nostalgia», «Media Luz», y temas más modernos, como «Cambalache». En principio tan sólo tienen programadas estas dos actuaciones pero no descartan repetir ni tampoco la posibilidad de grabarlo en disco. «Primero queremos salvar estos dos días», indica Pasión Vega, que está a punto de sacar nuevo disco -«Gracias a la vida»-, a lo que añade Zapata que quizá, en el futuro, pueda ser un espectáculo «de largo recorrido».