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La Celestina por fin canta

La Celestina por fin canta
EFE Alain Damas es Calisto
POR IRENE G. VARA
MADRID. Después de muchos años y varios intentos, se estrena hoy en el Teatro de la Zarzuela de Madrid la visión operística que concibió Joaquín Nin-Culmell del clásico de la literatura española «La Celestina». Coincidiendo con el centenario del nacimiento del compositor, que se cumplió el pasado día 5 de septiembre, la Fundación Ana María Iriarte ha producido la obra, «la vieja dama», como la llamaba Nin, y que nunca pudo ver representada en los escenarios, que ha contado con la colaboración de la Sociedad Estatal de Conmeroraciones Estatales. «Espero que la obra se estrene, que tenga éxito y que él la disfrute donde esté», declaró una emocionada Iriarte en la presentación de la tragicomedia. Lo cierto es que Nin-Culmell expresó en más de una ocasión su deseo de poder escuchar en vida esta ópera -en 2001 hubo ya conversaciones con el Teatro de la Zarzuela-, algo que no fue posible pues falleció en 2004.
En el plano musical será Miquel Ortega, que interpretó al piano los primeros compases del tercer acto de la ópera de Nin para los periodistas -en una de las presentaciones que se ha hecho de la ópera antes de su estreno-, es el director musical de la obra, y al igual que Iriarte, no reparó en halagos para el compositor. «La forma en que se orquesta la obra demuestra esa sabiduría y humildad que caracterizaban a Joaquín Nin -explicó-. En pleno siglo XX, hizo una melodía maravillosa». Además, recordó una frase de Nin-Culmell: «Antes emocionar que sorprender». Y resaltó que siempre es un reto estrenar una obra de arte por primera vez.
Por su parte, el director de escena, Ignacio García, que asumió el proyecto en 2001, resaltó que algunos de «nuestros mitos literarios estaban musicados, como el Quijote o el Don Juan», pero que no ocurría lo mismo con «La Celestina». Sobre la escenografía, García explicó que se basa en la España que había concebido Nin, «una España dividida; blanca y negra». Y aseguró que «me gusta más el panorama cultural existiendo un estreno como el de «La Celestina»».
La ópera, a pesar de ser contemporánea, sigue las formas melódicas tradicionales y su estilo musical entronca directamente con la tradición francesa. El estreno será esta tarde en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y estará en cartel hasta el día 27 del mismo mes. La obra está protagonizada por la mezzo-soprano Alicia Berri en el papel de Celestina; el tenor Alain Damas, como Calisto; y la soprano Gloria Londoño, que interpretará a Melibea. Por su parte, los barítonos José A. García Quijada será Sempronio y Andrés del Pino interpretará el papel de Pármeno.
Nin-Culmell nació en Berlín, vivió en Cuba y en California, pero desarrolló gran parte de su obra artística en torno a figuras, tradiciones y formas de expresión musical españolas, y siempre se consideró español. La producción de su partitura se la encomendó expresamente a Ana María Iriarte, con quien convivió en la sede de su fundación durante algún tiempo. En ese periodo, el compositor marcó las pautas de cómo se debería estrenar su ópera, del vestuario (obra de Lluís Juste de Nin), de la escenografía y de la dirección artística. En 2004 falleció, sin poder ver cumplido su mayor deseo: estrenar «La Celestina». Ahora, gracias al empeño de muchos, y cuando se cumple su centenario, su «vieja dama» sube al escenario para cantar.