Girona se prepara ante la llegada del mosquito tigre a varias poblaciones Los focos se han localizado en Roses, Lloret y L´Escala, pero no se descartan otros
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Un ejemplar de Aedes albopictus, el temido mosquito tigre
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GIRONA. Después de la llegada, el mes pasado, del mosquito tigre a la costa gerundense, en concreto a las localidades de Roses, L´Escala y Lloret de Mar, el Dipsalud, el organismo autónomo de Salud Pública de la Diputación, hizo ayer un balance de la presencia del mosquito tigre en la demarcación e informó de que los únicos focos son los que ya se conocían.
El programa para la vigilancia, seguimiento y control del mosquito tigre en la demarcación de Girona, impulsado por Dipsalut y con el conocimiento técnico y experiencia del Servicio de Control de Mosquitos de la bahía de Roses y del Baix Ter, establece un marco de trabajo a través del cual se han planteado las acciones que deben llevarse a cabo.
El Dipsalut firmará el próximo martes un convenio con 35 ayuntamientos con riesgo de asentamiento de este insecto, que prevé actuaciones destinadas a la vigilancia, inspección y seguimiento de la entrada del mosquito tigre en los términos municipales respectivos. Estos municipios se encuentran más en zona de riesgo, sobre todo porque tienen muchas segundas residencias de personas procedentes de municipios donde ya se ha detectado la presencia del mosquito tigre.
El presidente de Dipsalut, Josep Marigó, aseguró que aunque no hayan firmado el convenio, «no quedará ningún municipio donde se detecte el mosquito tigre sin atender».
Programa pionero
El programa elaborado por el Dipsalut, según explicó Marigó, «es pionero y único en Cataluña y se compone de dos partes». La primera, la pedagógica,la financia la Fundación Caixa Girona con 120.000 euros y el Dipsalut con 30.000, y consistirá en repartir entre las escuelas a los alumnos de quinto de primaria unos «kits» para atrapar posibles ejemplares o larvas.
La segunda acción será sobre el territorio y se firmará el próximo martes con los 35 municipios. Representará una inversión a partes iguales de unos dos millones de euros en cuatro años. Entre las acciones más inmediatas está la creación de una dotación de siete técnicos y seis vehículos para controlar y prevenir la entrada del mosquito o la puesta en servicio de un número gratuito de información al ciudadano.
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