CLÁSICA
Quincena Musical
Obras de Glinka y Rachmaninov. Int.: D. Matsuev, piano. Orq. Nac. del Capitolio de Toulouse. Dir.: T. Sokhiev. Lugar: Auditorio Kursaal, San Sebastián. Fecha: 3 de septiembre
ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE
Cualquier aficionado diría que la Orquesta Nacional del Capitolio de Toulouse no es una agrupación de primera fila. Y aun teniendo razón no hay duda de que se esfuerza en parecerlo. Al lado de su titular, el director Tugan Sokhiev, los resultados artísticos son ya más que notables y es fácil observar un peculiar encaje, una densidad, elasticidad, exactitud y sonoridad que la distinguen de cualquier otra agrupación del entorno. El ruso Sokhiev le ha aportado personalidad eslava y entusiasmo juvenil. Para que todos lo sepan se han despedido de la Quincena Musical con una segunda y última actuación técnicamente arrebatadora.
Sonó la siempre rutilante obertura de «Ruslan y Ludmila» de Glinka, con virtuosismo y agilidad, empaste, dominio y volumen. Un ejercicio anaeróbico para preparar la prueba de esfuerzo que impuso la «Rapsodia sobre un tema de Paganini» y las «Danzas sinfónicas» de Rachmaninov. En el primer caso al lado del pianista Denis Matsuev, para quien el teclado es un juguete y la musicalidad el detalle de buen gusto. Observar a un intérprete que rebosa salud, sobrado de medios y que propone un discurso cargado de sensatez, lógica e intención es siempre un espectáculo que confirma la necesidad de la música en directo. Como lo es disfrutar con una obra brillante e instrumentalmente lucida como las «Danzas». La interpretación fue una interesante mezcla de precisión y flexibilidad, afirmativo el primer movimiento, dúctil el «Tempo di valse», compacto el tercero, con una cuerda hermosamente espesa y un metal vibrante que entusiasmó al público.
Y aún la Quincena donostiarra estira su programación hasta el día 6. En el Teatro Victoria Eugenia se anuncia el espectáculo músico-teatral y coreográfico «El ángel lacrado» con música de Rodion Shchedrin y puesta en escena de Lars Scheibner. La clausura llegará de la mano de la Orquesta Sinfónica de la SWR de Baden-Baden y Friburgo que, dirigida por Sylvain Cambreling, cerrará el círculo a la programación Messiaen, que ha sido parte importante de la actual edición 69º del festival.