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Cuarenta años no son nada

«A todo el pueblo de la República Socialista de Checoslovaquia. Ayer, día 20 de agosto de 1968 a las 23 horas, tropas de la Unión Soviética, de la República Popular de Polonia, de la República Democrática Alemana, la República Popular Húngara y la República ... Popular de Bulgaria han cruzado la frontera de la República Socialista Checoslovaca. Lo han hecho sin conocimiento del presidente de la República, de la Asamblea, del Comité Central y los demás órganos del Estado». Veinte años después de que los comunistas impusieran la dictadura en 1948, la Radio Estatal Checoslovaca no podía ya desprenderse de su retórica burócrata y totalitaria ni siquiera para denunciar la agresión de sus vecinos, aliados y patronos ideológicos. Para clamar por la libertad hace falta otro lenguaje. Y, sin embargo, horas después, hace hoy -esta misma mañana- cuarenta años, decenas de miles de ciudadanos de Praga, hacían frente, armados tan sólo con su ira y dignidad, a aquellas tropas extranjeras que irrumpían por las calles de la ciudad milenaria. Aquel primer día los invasores mataron tan sólo a 58 personas en toda Checoslovaquia, 22 de ellas en Praga, 15 de ellas precisamente en el asalto al edificio de la Radio estatal. Querían a toda costa que no les diera tiempo a los locutores a adoptar el lenguaje de los hombres libres.

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