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Adiós, nuclear, adiós

RESULTA perfectamente compatible estar a favor de la energía nuclear y aplaudir la multa millonaria a la central de Ascó por ocultar con reiteración datos de una fuga, porque la opción moderna por la energía atómica se basa precisamente en la convicción de que la ... tecnología actual permite una casi completa certeza de seguridad, y sólo desde el estricto cumplimiento de los protocolos se pueden desactivar los recelos clásicos del antinuclearismo. Pero el Gobierno ha rodeado la razonable sanción de una alharaca de propaganda destinada a aventar los fantasmas del Apocalipsis para reforzar con ellos el viejo mantra ideológico en el que aún fundamenta su rechazo. El zapaterismo se sirve del incidente de Ascó para autoafirmar su apuesta por la moratoria y el desmantelamiento progresivo de las centrales, con un guiño de mano dura dirigido a los sectores más irredentos y alarmistas de la opinión pública. El presidente está convencido de algo que nadie sostiene ya con seriedad en Occidente: que las energías renovables disponen de masa crítica suficiente para convertirse en alternativas a la nuclear... aunque para evitar un colapso de la demanda España siga comprando electricidad de origen atómico a Francia, en evidente refutación de tan optimista voluntarismo doctrinario.

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