La mediación se abre paso como una moderna forma de hacer justicia

El vocal del Consejo General del Poder Judicial, Félix Pantoja, uno de los que más se ha implicado en impulsar el sistema, explica las que considera sus bondades: «En el procedimiento penal tradicional la víctima pasa sin comprender nada. Sólo presta su testimonio, muchas veces reviviendo una situación dolorosa y la única compensación que recibe es que el infractor vaya a prisión».

El sistema de la mediación judicial propone una alternativa a la que cada vez se acoge más gente. Consiste en facilitar el encuentro entre víctima e infractor para buscar fórmulas de reparación diferentes a la mera sentencia condenatoria.

De este modo se han producido casos sorprendentes: desde los de rateros toxicómanos de los que sus víctimas han arrancado el compromiso de someterse a tratamiento de deshabituación, hasta el de un joven albañil que destrozó una tapia para cometer un hurto en una finca y redimió su culpa reparándola con sus propias manos.

Una de las mediadoras del Juzgado de Instrucción número 32, que dirige el juez Santiago Torres y que ha sido pionero en la introducción de esta fórmula, cuenta que «muchas veces la mediación reporta experiencias muy gratificantes».

Cataluña y País Vasco

Aceptar la mediación judicial es voluntaria tanto para denunciantes como para denunciados. Además, todo lo que ocurre en las entrevistas que se celebran es confidencial y no llega a conocimiento del juez, con lo que si finalmente la mediación no fructifica, el procedimiento judicial continúa inalterado. Para poder beneficiarse de las ventajas procesales que para los imputados conlleva acogerse a la mediación se requiere reconocer los hechos, pedir disculpas a la víctima y repararle el perjuicio ocasionado.